“Mi papá no sabía cómo ayudarme, él fue deportista toda su vida y no se le ocurrió mejor idea que meterme a las motos. Y me encantó. Encontré en la moto una filosofía de vida, que me ayudó con lo de mi enfermedad. Porque con la moto a la primera no logras manejarla, te vas a caer un montón de veces, pero descubres que no te pasa nada y finalmente la controlas. Así superé mi enfermedad, me curé en solo nueve meses”, le cuenta a Depor.
Sobre las dos ruedas, el cuerpo de Gianna resistió las 16 quimioterapias y 32 radioterapias que ayudaron a curarla, pero sobre todo le dieron el impulso necesario para conseguir un gran sueño. Tras ganar experiencia en carreras nacionales y el extranjero, donde incluso padeció una lesión en la rodilla, se convirtió en la primera peruana en competir en la categoría de motos en el Dakar del 2019, que se disputó íntegramente en nuestra tierra. “Tuve una conexión fuerte con la moto, que me llevó a participar en carreras. Yo veía a mis amigos en competencia y me preguntaba, ¿por qué yo no puedo? Lo hice, lograba terminar por mis propios medios y me di cuenta que yo podía hacerlo”, agrega.
En aquella ocasión no acabó la competencia, por fallas de su moto (sufrió una dura caída), pero igual eso no fue impedimento para abandonar su pasión. “Me atreví a correr el Dakar en 2019. No logré terminar la competencia, como muchos, porque la moto se me rompió. Pero de ahí con el tiempo me di cuenta que fue porque yo quise hacer todo por mi cuenta, y entendí que el que mucho abarca, poco aprieta”, dice Gianna, quien además de su pasión por las motos es graduada en honores en la carrera de relaciones internacionales en la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL).
Competir en el Dakar la convirtió en una gran historia de vida y descubrió otra pasión: contar su historia para demostrarle a otras personas que todo es posible, sin importar los retos (personales o profesionales) a los que uno se deba enfrentar. Siempre hay oportunidad.
La ‘profe’ Gianna
“Tengo dedicación, sacrificio y orden”, nos detalla y son sus atributos indispensables que le sirvieron para transmitir su pasión por las motos a otras personas, sin importar edad, género o nivel socioeconómico. Junto a su padre, Gianna creó el movimiento ‘Moteando por la vida’, un emprendimiento social que promueve la práctica del motociclismo como medio de superación personal. Luego, vino la apuesta para liderar su empresa MotoSchool, una escuela en la que enseña a niños, jóvenes y adultos a manejar de una manera segura y divertida. Ella, obvio, también es una de las profesoras más entusiastas y pacientes.
“Mi papá tenía una escuela de manejo de motos hace más de 10 años. Mi objetivo siempre fue inspirar a los demás. Siempre pienso que el deber es con el resto. En la escuela teníamos más de 10 motos, y era momento de abrir un taller propio que lo tenemos desde hace tres meses. Hemos armado un equipo excelente, somos una comunidad motera. La moto no es solo un vehículo de competición, es una filosofía de vida, donde puedes apoyar al resto”, dice Velarde, quien también está al mando de MotoSchool Mechanic, donde se ofrecen todos los servicios necesarios para tener tu moto en óptimas condiciones.
Ambos se encuentran en el distrito de San Bartolo, en Lima, donde con mucho esfuerzo crearon un parque de motos. “Somos el primer taller del Perú. Nosotros no trabajamos con papel, todo es digitalizado”, agrega.
¿Otro Dakar a futuro?
Gianna sabe que completar su participación en el Dakar aún es una espina clavada. Aunque en su mente, por ahora, tiene otros objetivos. “Quiero volver a competir en el 2023. Quiero volver a correr en provincia porque es donde yo empecé. Pero quiero hacerlo con mi propia marca. Me encantaría volver a correr el Dakar, con mis propios medios”, dice Gianna, una convencida en que su misión es transmitir lo que puede hacer la moto en la vida de las demás personas.
“El próximo mes vamos a empezar a dar asistencia en las carreras, estamos importando motos. Vamos a ir a ciertas carreras en provincia, dando asistencias a los pilotos y auspiciar. La cosa es repartir esta vibra motera, me encantaría compartir con el resto del mundo lo que hizo la moto por mí. Estamos trayendo nuestra propia marca de motos, de repuestos”, finalizó.
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