El piloto mexicano Checo Pérez, forjó gran parte de su carrera deportiva cuando decidió partir a Europa con apenas 15 años de edad. En el Viejo Continente, más allá de mejoras sus aptitudes al volante, Sergio lograría adquirir madurez y fortaleza mental, ayudado siempre por personajes puntuales que estuvieron ahí para orientarlo, tal y como fue Adrián Fernández.
¿Cómo se conocieron Adrián Fernández y Checo Pérez?
Desde niño, Checo tuvo sus primeros contactos con el entonces exitoso piloto Adrián Fernández gracias la relación laboral que tenía con su papá. Era común que Sergio Pérez acompañara a su padre a las carreras de Fernández y en más de una ocasión coincidían en su oficina.
Según el libro ‘Nunca te rindas’ de Alejandro Rosas y Francisco Javier González, el cual relata la carrera de Sergio y su historia en la Fórmula 1, Checo reconocía a Adrián como su ‘tío’.
La lección de humildad de Adrián Fernández a Checo Pérez
Durante la etapa de aprendizaje de Checo Pérez en Europa, recibió la visita de Adrián Fernández, quien durante dos semanas lo instruyó en un “curso intensivo de hábitos personales”.
Según el libro mencionado, una de las primeras cosas que Adrián corrigió en el joven Checo, fue la alimentación, sacando de su dieta los postres y mermeladas; enseñándole a cocinar pastas y ensaladas.
Pero uno de los aspectos que más llamó la atención, fue el hacer de Sergio una persona humilde, enseñándole a respetar a su público y nunca perder el piso con la gente que lo apoya.
“Tienes muy pocas posibilidades de que se te acerquen los fans. Sé amable y firma todos los autógrafos que puedas aunque hayas tenido un mal día. Eso te hará más humilde y más grande. No tienes que ser un sangrón”, le dijo en alguna ocasión durante una carrera donde observaban la actitud arrogante de algunos pilotos.
Tiempo después, Adrián y Checo Pérez rompieron relaciones en 2013, en una de las peores temporadas de Sergio en la F1 como piloto de McLaren, en la cual, Fernández fungía como su mánager.