En el 2005 Verstappen tenía ocho años y estaba cursando los primeros años de la educación primaria desde su casa. “Eran años de mucho trabajo donde los autos eran todo para mí. No recuerdo mi infancia alejada de los motores y las pistas”, recordó Max hace unos años. Días de esfuerzo donde su gran motivación era emular sobre los kartódromos lo que hacían sus ídolos de la Fórmula Uno. Y entre todas esas figuras había un nombre que saltaba sobre los demás: Fernando Alonso. El español, justo ese 2005, se consagró monarca sobre un Renault imponiéndose al escalofriante Räikkönen (McLaren) y el mismísimo Schumacher (Ferrari). Luego vendría el bicampeonato (2005-2006) del asturiano.
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Hoy en una temporada donde cada vez la tecnología invade más los monoplazas y los callejeros conquistan el calendario, Alonso es el último eslabón con el pasado. En estas horas en que la telemetría es todo y el carisma de los pilotos pareciera eclipsarse por la eficiencia, el asturiano es una verdadera joya. Toda miniserie merece un villano (para eso está Max), un desvalido (posición con la que Checo parece sentirse comodísimo) y un galán querido. Es en este último rol que Alonso está este año. Lo quieren todos. Hasta sus enemigos. Él, vivo como es, sabe esto y desde ahí dice lo que quiere.
Como si fuera poco tiene el segundo auto más rápido de la grilla. Los resultados hasta el momento son más que alentadores para la sociedad Alonso-Aston Martin. Ha tenido una clasificación media de 4 en las grillas disputadas (0.2 por encima de Sainz), y una clasificación promedio de 3.2 en carreras (1.6 por encima de Hamilton y más de 2 de Leclerc). El monoplaza así ha mostrado en este inicio de temporada superioridad frente a Ferrari y Mercedes al punto que varios han comenzado a pensar en lo que podría ser una victoria de Fernando.
Un reto que el español no renuncia: “Tenemos un monoplaza que quizás no sea el más rápido en las rectas, pero somos muy buenos en las curvas. Teniendo en cuenta eso diría que tendremos más opciones en las pistas con las velocidades más lentas. Digamos Mónaco (el próximo domingo), Budapest (09/07), Singapur (17/09). Si esperan una victoria nuestra esos días póngase unas monedas a nosotros”. Es claro que Aston Martin no tiene auto para pelear la punta en igualdad, pero son conscientes que con las mejoras pertinentes, el circuito preciso y la mala fortuna de los toros alados, el baño de Champagne podría darse a su favor.
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Por mejorar
Nadie duda del dominio de Red Bull, pero en materia de evoluciones y rendimientos todos se ilusionan con lo que puede pasar con Aston Martin. “Tendremos algunas piezas nuevas para Montreal y Silverstone. Traeremos cada pequeña mejora tan pronto esté lista, en lugar de esperar a agrupar todo en paquetes grandes”,adelantó Mike Krack, jefe de equipo de la casa esmeralda. Además de las mejoras motrices, el equipo sabe que tiene espacio para evolucionar en las detenciones en boxes. En lo que va de la temporada tienen la octava eficiencia de la grilla siendo casi un segundo más lentos que Red Bull y Ferrari por detención. Un mundo de tiempo en una categoría donde la vida se define en milésimas.
¿Podrá Fernando tentar el título de pilotos? Muy difícil, pero va a fastidiar a varios. Nada mal para un hombre de cuarenta años rodeado de veinteañeros. Un plan alentador para un piloto que probablemente estuvo colgado, a manera de póster, en las recamaras adolescentes de la mitad de los rivales con los que hoy comparte la grilla. Tras cinco carreras disputadas es claro que con sus cuatro podios conseguidos ha logrado ser visto como una amenaza. Ahora le falta la victoria para firmar el cheque de la realidad. Un triunfo para que despierte en Verstappen el niño interior que lo admiraba allá por el 2005.
Dato: Aston Martín prepara cambios para su coche que se verán en Canadá (junio próximo) e Inglaterra (julio). Hay alta expectativa en el circuito.