Red Bull tiene alas, pero no paz. Pese al arranque de temporada ideal, con dos 1-2 en las primeras dos jornadas del 2024, por dentro la casa del toro vive una de las peores embestidas de los últimos años. Con un campeonato adormecido por el dominio absoluto de Verstappen en la pista, la atención de todos ha girado al pitlane y en especial al box de la escudería monarca. La denuncia que recibiera, hace unas semanas, Christian Horner, team manager de Red Bull, por “conducta inapropiada” con una trabajadora del equipo y la acelerada protección del equipo con el denunciado ha generado todas las alertas. Más allá de la acusación, que la colaboradora realizó siguiendo los canales regulares de la empresa, el hecho de que haya sido suspendida tras las rápidas investigaciones, ha despertado todas las alertas.
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Es normal que los egos se enfrenten en un equipo con tantas estrellas. En Red Bull, con excepción de Checo Pérez, todos parecieran tener un gran ego: Verstappen, el papá de Verstappen, Adrian Newey, Helmut Marko y Christian Horner. Y si bien las victorias y los buenos resultados siempre ocultan las discrepancias, lo cierto es que en un equipo de alta competitividad es normal que las grietas se generen. En este escenario, esta denuncia ha servido para distanciar más algunas posiciones antisonantes en la interna del equipo.
Más de un medio ha alzado la voz sobre el rumor que corre cada vez con más fuerza en el pitlane de que Horner dejaría el cargo antes del próximo GP de Australia. Una salida que también significaría, como acto de lealtad, el adiós de Adrian Newey (que cuenta con 13 títulos de pilotos y 12 mundiales), el ingeniero maravilla detrás del monoplaza. Todo esto mientras también corren dichos de que Helmut Marko podría ser suspendido indefinitivamente por el equipo producto de un proceso disciplinario. ¿Cuál es el motivo? Marko estaría siendo investigado, según la revista Motorsport, por supuestamente filtrar a los medios de comunicación información respecto al caso de Cristian Horner.
En medio de esta novela, Marko ha acostumbrado a apagar el drama como mejor sabe: avivándolo más. El consultor ha declarado a los medios alemanes que en Red Bull “tienen que cambiar muchas cosas para querer seguir trabajando en este equipo”. Ante esta afrenta, muchos se preguntan dónde radica la impermeabilidad de Marko para tener salvoconducto en el equipo para mantenerse impune. Todo radicaría en una cláusula presente en el nuevo contrato del tricampeón Verstappen con Red Bull hasta 2028, donde expresa que, si Helmut Marko queda fuera del equipo, él podría también salir de Red Bull en el momento en que lo decida.
Con Horner sitiado, Marko amenazado y Verstappen en actitud de enroque, el drama se ha incrementado en estas horas con el acercamiento que Mercedes habría tenido con Helmut. Conscientes de que podría estar por salir de Red Bull y que posee la lealtad incondicional de Max, Toto Wolff, team manager de Mercedes, habría iniciado acercamientos para ofrecer al actual monarca la butaca que dejaría Lewis Hamilton para irse a Ferrari. Marko, sobre esta posibilidad, ha respondido con una tibieza que asusta a los toros, afirmando que “de momento, Verstappen y yo no vamos a Mercedes”.
Red Bull está viviendo sus horas más duras en la interna. Duelos de poder, alianzas condicionadas, equipos esperando la oportunidad precisa, denuncias y filtraciones. Tienen todo lo necesario para abandonar ‘Drive to Survive’ de Netflix e iniciar su propio reality. Drama intenso que podría dañar a cualquiera menos al monoplaza que han puesto en pista este año. El equipo es tan superior en la grilla que puede estar encarnizado en una guerra civil y aun así, sus rivales no tienen la menor oportunidad. Son los lujos que brinda ser los dueños de una era. Aun así, todo hace indicar que, tras esta guerra, al menos uno de los protagonistas de las últimas grandes hazañas de la casa alada echará a volar.