En esa videoconferencia, la FPF entregó a los clubes los protocolos aprobados por las autoridades con las distintas fases que los equipos deberán cumplir para retomar paulatinamente la actividad y prevenir los contagios de COVID-19 entre sus jugadores.
El protocolo diseñado es similar al seguido por la liga alemana o la española. Así, los jugadores comenzarán a entrenarse de manera individual, luego lo harán en pequeños grupos y finalmente se ejercitará todo el colectivo junto.
Antes del regreso a los entrenamientos, los futbolistas deberán pasar pruebas moleculares (PCR) de descarte de la COVID-19 y el mismo día del primer entrenamiento otra prueba rápida. Los jugadores que den positivo deberán pasar un examen clínico completo y quedarse aislados hasta recuperarse.
La principal novedad respecto a otros países es que todos los partidos se disputarán de manera centralizada en Lima para evitar los constantes desplazamientos que los equipos realizarían en circunstancias normales.
La liga peruana fue suspendida a mediados de marzo cuando se decretó la cuarentena general y obligatoria. Hasta entonces se habían jugado apenas seis jornadas del Torneo Apertura.
La idea es disputar el resto de las trece fechas restantes del Apertura y después jugar el Clausura con un formato distinto, ya que los 20 equipos se dividirán en 2 grupos de 10. Los primeros equipos de cada grupo jugarán una final para decidir al campeón.
Para definir al campeón de la liga se realizarán unas eliminatorias por el título con semifinales y final donde participarán los campeones del Apertura y el Clausura y los otros dos equipos con más puntos en la clasificación acumulada de la temporada.
Estos cuatro equipos obtendrán un cupo cada uno para jugar la próxima edición de la Copa Libertadores, mientras que los siguientes equipos mejor clasificados en la tabla acumulada acudirán a la Copa Sudamericana.
Asimismo, descenderán los cuatro últimos clubes si logra celebrarse la segunda división y la Copa Perú. En caso de que ninguna de ellas pueda disputarse, solo descenderán dos equipos, lo que hará que la primera división vuelva a tener 18 equipos y ya no 20 como este año.
En total se celebrarán 224 partidos, comprendidos entre los 221 de las 23 jornadas pendientes por disputarse y los tres de las eliminatorias finales por el título nacional.