Jesus, de cumple esta semana 66 años, aterrizó en el aeródromo de Tires, en el municipio de Cascais, cercano a Lisboa, alrededor del mediodía del martes, en un vuelo en el que también viajaba el presidente del Benfica, Luís Filipe Vieira.
Vieira fue hasta Brasil a recoger al entrenador, que deja así al Flamengo para volver a entrenar a las águilas cinco años después de su marcha en un regreso que ha generado enorme interés en Portugal y se ha retransmitido en directo en algunos canales de televisión.
Junto al técnico también viajaba su hijo Mauro, y su abogado, Luís Miguel Henrique, que se sometieron a un test de Covid antes de subirse en un coche para ir a Lisboa.
El técnico es visto como la gran esperanza del club para remontar y recuperar la Liga, y así lo han demostrado decenas de aficionados que han desplegado grandes pancartas para darle la bienvenida.
Varios de ellos han corrido junto a algunos periodistas junto al coche en el que salía del recinto Jorge Jesus, que ha rehusado hacer declaraciones.
Según la prensa deportiva portuguesa, su contrato será de tres temporadas y le reportará ingresos de ocho millones de euros anuales.