El acierto del germano fue un desahogo para el conjunto de Thomas Tuchel, que afrontó el compromiso con dos derrotas a sus espaldas y ensombrecido por la imagen bochornosa que sus jugadores ofrecieron el domingo en el clásico contra el Marsella.
No dio muchas síntomas de mejoría el París Saint Germain que sufrió para superar al Metz, un equipo menor con la permanencia como objetivo.
El conjunto de Thomas Tuchel no pudo contar ni con Neymar, ni con Larvin Kurzawa ni con el argentino Leandro Paredes, sancionados tras ser expulsados el pasado domingo en el clásico francés contra el Olympique Marsella.
Sin embargo, el preparador alemán del campeón recuperó a Keylor Navas, a Marquinhos y a Mauro Icardi, que superaron el coronavirus y completaron la cuarentena que aún mantiene a Kylian Mbappe a margen de la competición.
El PSG, con un ataque formado por Icardi, el español Pablo Sarabia y Ángel Di María, el mejor de su equipo fue incapaz de mejorar la imagen del cuadro de Tuchel, que no ha marcado ningún gol en los tres encuentros que ha jugado.
En Metz afrontó un choque pendiente para situarse a la altura del resto de equipos de la competición gala. Los rivales han dejado de temer al PSG, que ya ha perdido dos encuentros en lo que va de torneo. Contra el Lens y frente el Marsella.
Ante el Metz pudo ganar gracias a una gran acción final con el partido roto, que dirigió Di María. No llegó Icardi pero el meta argelino Alexandre Oukidja, que sostuvo a su equipo muchos momentos, falló en su despeje y Draxler envió la pelota a la red.
El PSG sigue sumó su primer triunfo. Salió de la parte baja y se sitúa a cuatro puntos del Stade Rennes, Mónaco y Lille, instalados en la cabeza de la tabla.