Palmeiras y Santos, los clásicos rivales paulistas, definen este sábado en el emblemático Maracaná la tercera final brasileña en la historia de la Copa Libertadores, un duelo que pone fin a una atípica temporada marcada por los estragos de la pandemia del coronavirus.
La final 2020 del principal torneo de clubes de América se disputará sin público en el legendario estadio de Rio de Janeiro, testigo de la derrota de la 'Seleçao' ante Uruguay en el Mundial-1950 y del milésimo gol de Pelé en 1969.
El clásico paulista se tomará el templo carioca, la casa del campeón defensor Flamengo, en la primera decisión netamente brasileña desde 2006, cuando Internacional venció al Sao Paulo. Un año antes, en 2005, los paulistas habían derrotado a Athletico Paranaense.
Esta vez, los muy parejos Palmeiras y Santos impidieron la revalidación del superclásico que enfrentó a Boca Juniors y River Plate en 2018, con victoria millonaria en Madrid, en la hasta ahora única final argentina de la competición.
El Verdao buscará su segundo título copero, tras el ganado en 1999 al colombiano Deportivo Cali.
"Trabajamos mucho para llegar hasta aquí. Puedo decir que estamos listos. No puedo decir qué va a suceder en la final, no soy mago. Nosotros sabemos lo que tenemos que hacer, esa es nuestra seguridad, nuestra confianza", dijo el DT palmerense Abel Ferreira.
Y el Peixe apunta a graduarse como el primer tetracampeón brasileño de la Libertadores. Antes se bañó de gloria guiado por Pelé, en 1962 y 1963, y Neymar, en 2011.
"La palabra miedo no existe. Tenemos que pensar bien, en todos los sentidos, principalmente en la estrategia de juego", afirmó el entrenador santista, Alexi Stival "Cuca".
Final con justicia
Ambos equipos asaltaron con justicia la final, que será la quinta para cada uno, de una competencia que estuvo suspendida entre marzo y septiembre por la irrupción de la pandemia, que contaminó a varios jugadores de los dos elencos y a sus técnicos.
Palmeiras es el once con más puntos del torneo (29) y Santos el segundo (27). Los primeros empantanaron un poco su imagen con una semifinal sufrida contra River, en tanto que los segundos despacharon sin mayores esfuerzos a los xeneizes.
En el camino al Maracaná, los verdes dejaron atrás a Delfín (Ecuador), Libertad (Paraguay) y River; los albinegros quizás la tuvieron un poco más difícil: Liga de Quito, Gremio (Brasil) y Boca.
Ahora ambos están a 90 minutos de la gloria -o a 120, en caso de prolongación-, con una receta similar aunque de origen distinto: mezcla de cantera y experiencia. (D)