El argentino Paulo Dybala, el estadounidense Weston Mckennie y el brasileño Arthur Melo participaron de una fiesta clandestina y tuvo que intervenir la policía debido a que rompieron los protocolos sanitarios que actualmente tiene la región de Turín, tras un rebrote de coronavirus.
La fiesta fue organizada en casa de McKennie en un cerro en las cercanías de Turín (norte) y tuvo entre diez y veinte invitados, incluidos Dybala, Arthur y sus respectivas familias, aseguran los diarios locales.
Ante la situación, el equipo de Andrea Pirlo, decidió no contar con los involucrados para el partido de mañana. “Tomaré la palabra para hablar de la otra noche, para luego pensar en el partido. Los tres jugadores involucrados no están convocados para el partido de mañana”, comentó.