El trabajo informal en el Perú ha ido en aumento debido a la crisis por la pandemia de la Covid-19. En esta época varios ciudadanos se quedaron 'en la calle' luego que las empresas donde laboraban tuvieron que reducir personal por el poco ingreso económico. Solo en el 2021, la tasa de informalidad ascendió a 76,8%, según el instituto Peruano de Economía (IPE).
Sin embargo, los peruanos se han caracterizado por no quedarse de brazos cruzados en tiempos de 'vacas flacas'. Varios compatriotas se las buscan día a día de diversas formas, y así surgieron algunos oficios extraños con el pasar de los años. Ahora pasaremos a darte un pequeño listado de los más comunes.
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Parchadores de pista
Son aquellas personas que se encargan de tapar los huecos que hay en las avenidas producto del desgaste y poco interés de los municipios locales. Ellos llegan con baldes y una pala para esparcir el material que traen para cubrir los hoyos. Cuando terminan su labor, usan un pequeño depósito para pedir la colaboración de los conductores. Algunos lo hacen con arena y piedras, mientras que otros con brea.
Personas que venden lugar en la cola
¿Has visto que en las colas de los bancos hay personas que ceden su espacio a otros por unas monedas? Bueno, estas personas solo se encargan de ocupar un espacio en la fila para luego vender su lugar por unos soles. El precio por este 'servicio' es simbólico, aunque existen casos que tiene una tarifa especial cuando se trata de conciertos u otros eventos grandes.
Datero de combi
Es la persona que con un tablero, cuaderno, un reloj y lapicero se encargan de anotar las incidencias en los recorridos de las líneas de transporte público. Ellos se encargan de 'datear' a cada conductor y/o cobrador qué tiempo de distancia que lleva respecto a la unidad de su misma empresa o competencia está por delante con la finalidad que no se junten y compitan paralelamente por pasajeros. Asimismo, su misión ese informar si existe más adelante alguna calle clausurada o operativo policial.
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Jalador o 'llenador' de combi o colectivo
En cada paradero de transporte público te puedes cruzar con estas personas. La misión de ellos es orientar y tratar de llenar de pasajeros la unidad lo más rápido posible. Cuando el donductor se retira con la combi o bus le da a cambio algunas monedas.
'Jalador' de negocios
Esta es un oficio que implica astucia y tener gran capacidad de convencimiento con los clientes. Varios restaurantes populares recurren a esta estrategia y también negocios de prendas de vestir. Si has ido al emporio comercial de Gamarra seguro te han abordado varias de estas personas.
Llamadas, llamadas
Este oficio fue desapareciendo con las diferentes promociones económicas que fueron ofreciendo las empresas de telefonías. Diez años atrás era común ver a personas con chalecos color neón con logos de Claro, Movistar, Entel y otros. Ellos tenían en su poder varios celulares los cuales alquilaban a transeúntes que urgían de hacer una llamada. Primero preguntaban a qué operador y luego le daban un equipo. El precio mínimo, según el tiempo que duraba la llamada, era de 50 céntimos.
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Vender USB con canciones
Se ha vuelto común ver carteles anunciando que se vende dispositivos USB con cientos de canciones a un módico precio de tres soles. Este negocio parece ser rentable o saca de apuros a cualquier conductor que no sabe cómo descargarse la música en su celular u otro dispositivo. Esto llevó a ciertos negociantes hacer este trabajo y posteriormente venderlo.
Vender saldo de Metropolitano y Tren eléctrico
Seguro te has topado en las estaciones del Metropolitano y Metro de Lima (tren eléctrico) con personas que ofrecen saldo. Esto surge mayormente en hora punta, pues existen usuarios que olvidaron recargar sus tarjetas o no tienen una a la mano y tienen prisa por ir a sus destinos. Recargar o comprar una nueva tarjeta toma tiempo, por lo que los negociantes le minimizan el trabajo dándole la opción comprar saldo en la cola. ¿Cómo? Ellos tienen tarjeta recargadas y se lo ofrecen a los viajeros que deben pagar el monto original del pasaje más un plus de 50 céntimos que es el costo de este 'servicio'.
Debes tener en cuenta que varios de estos peculiares oficios no están permitidos por los municipios o entidades directamente afectadas, pues generan problemas que van desde desorden hasta el cobro de cupos como son la 'venta de saldo'.