El proceso de renovación de la visa en Estados Unidos ha sufrido un cambio significativo que afectará a miles de solicitantes. Anteriormente, las personas tenían hasta dos años para renovar su visa sin necesidad de una nueva entrevista. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos ha reducido este plazo a solo 12 meses, lo que implica que los solicitantes deberán gestionar su renovación en un tiempo mucho más corto para evitar complicaciones.
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Nueva Regulación y sus Efectos
Este cambio en la política de renovación de visas tiene implicaciones importantes para los inmigrantes y viajeros frecuentes que necesitan mantener su estatus legal en el país. Si un solicitante no renueva su visa dentro de los 12 meses, perderá la posibilidad de hacerlo sin una nueva entrevista, lo que complicaría y alargaría el proceso. Además, la solicitud de visa desde cero puede resultar más difícil, especialmente para aquellos que no cumplen con todos los requisitos establecidos.
El Impacto del COVID-19 en el Proceso de Renovación
La pandemia de COVID-19 había generado largas demoras en el proceso de renovación de visas, con tiempos de espera de hasta un año o más. A raíz de esta situación, muchas personas optaron por pagar a otros para que se hicieran cargo de la fila virtual. Con el nuevo cambio, el gobierno ha intentado agilizar el proceso, devolviendo los tiempos de espera a los niveles previos a la pandemia, pero esta vez con un enfoque más estricto.
Requisitos para Renovar la VISA
Los solicitantes que deseen renovar su visa deben completar el formulario DS-160, que incluye 13 secciones con preguntas sobre su contacto, empleo y motivos del viaje. Una vez llenado el formulario, recibirán un código de barras para dar seguimiento al proceso, además de realizar un pago correspondiente a la solicitud de renovación. Este cambio también significa que no todas las categorías de visa son elegibles para renovación rápida, por lo que es crucial que los solicitantes verifiquen los detalles según su caso.
La renovación rápida solo está disponible para quienes mantengan la misma categoría de visa, como la visa B1/B2 para turistas. Aquellos con visas de otras categorías deberán seguir un proceso más largo que incluye una entrevista personal, lo que hace que la planificación y la solicitud sean aún más complejas. Este proceso más ágil es visto como un beneficio para quienes logren renovar a tiempo.
Si bien este cambio reduce los plazos de espera, también aumenta la presión sobre los solicitantes para que completen los trámites de manera eficiente y dentro del tiempo estipulado. El nuevo procedimiento también podría tener efectos a largo plazo en los sistemas de citas y atención en las embajadas y consulados de Estados Unidos, que podrían verse desbordados por la mayor cantidad de renovaciones en menos tiempo.