25/11/2024

La ciudad del viento vuelve a la esencia que les hizo grandes

Martes 14 de Julio del 2015

La ciudad del viento vuelve a la esencia que les hizo grandes

Los Chicago Bears han jugueteado con su propio espíritu en el pasado reciente y eso les ha llevado a un momento muy bajo.

Los Chicago Bears han jugueteado con su propio espíritu en el pasado reciente y eso les ha llevado a un momento muy bajo.

En un deporte, y especialmente en el fútbol americano, un equipo no puede cambiar su esencia, abandonar ese distintivo por el que los aficionados escogen unos colores y los siguen a muerte, independientemente de los mismísimos resultados. El sello de identidad de los diferentes clubes de la NFL es fácil de identificar. Desde la época de Tom Landry, los Dallas Cowboys son conocidos por su juego de ataque, razón por la que su quarterback titular, llámese Roger Staubach, Troy Aikman o Tony Romo está siempre entre los diez deportistas más populares de todo Estados Unidos. Los Pittsburgh Steelers pasaron a la historia como la Cortina de Acero, y aún hoy en día, por encima del brazo de “Big Ben”, destaca la agresividad de su defensa. Los Oakland Raiders, aunque venidos a menos, se hicieron famosos, desde los tiempos de John Madden y el recién desaparecido Ken Stabler, por luchar siempre al límite de lo permitido. Los San Francisco 49ers serán recordados más por su West Coast Offense, que magistralmente ejecutaron Joe Montana y Steve Young, que por la aguerrida defensa que ensambló Jim Harbaugh y los llevó a disputar tres finales de conferencia de forma consecutiva...

En la Ciudad del Viento, los Chicago Bears siempre fueron una mezcla de juego de carrera y defensa, combinación ejecutada a la perfección en la temporada 1985, cuando Mike Ditka entrenó al equipo que más cerca ha estado de igualar la campaña invicta de los Miami Dolphins de 1972. Sí, más cerca que los New England Patriots de 2007, encabezados por Tom Brady y Randy Moss, porque éstos perdieron la Super Bowl y los Bears de Walter Peyton y la defensa 46 arrasaron en la gran final y solo cayeron en un lunes de temporada regular ante un pase de Dan Marino, utilizado hasta en el texto de la canción Are you ready for some football? de presentación del Monday Night cuando todavía lo ofrecía la cadena ABC.

Sin embargo, con el controvertido fichaje de Jay Cutler, los Bears cambiaron su esencia y lo han pagado muy caro. Y no es que Cutler no sirva para esto del fútbol americano, yo lo considero uno de los mejores, pero es que no se puede ir contra corriente. De hecho, en la primera temporada del quarterback en Chicago, no tenia prácticamente ni a quién lanzarle la pelota. Sus wide receivers titulares el primer día fueron Earl Bennett y Johnny Know… El tema se fue arreglando y vinieron receptores de la talla de Brandon Marshall, pero a cambio de dejar que la defensa se resquebrajara poco a poco, hasta romperse totalmente tres la retirada de Brian Urlacher. La apuesta de los Bears llegó a tanto que acabaron trayéndose desde Montreal, como head coach, a todo un gurú del juego ofensivo, Mark Trestman quien, como coordinador ofensivo fue responsable del ataque los 49ers en 1995 y 1996. Sin embargo, no se puede ir contra corriente... Trestman ganó trece partidos en dos temporadas con Chicago, siendo despedido el pasado invierno. Ahora vuelve a sus orígenes, como coordinador ofensivo de los Baltimore Ravens.

Por fin, los Bears han recapacitado y han decidido fichar a un entrenador especialista en defensa, con una trayectoria espectacular, como John Fox. Chicago aprovechó la obsesión de John Elway y compañía de prescindir de los servicios del veterano entrenador en Denver para hacerse con uno de los entrenadores más sólidos de toda la NFL. No esperen que la baja de Marshall sea cubierta, no hace falta. Los Bears volverán a apostar por el juego defensivo, por controlar el balón y sacar lo mejor de un corredor como Matt Forte. Si Cutler entra en la dinámica podrá estar más tiempo en Chicago, pero jugando con otro estilo. El camino de vuelta al éxito probablemente será largo y sinuoso para este histórico club, pero sin duda es el correcto.

Cinco cosas que pienso:

1. Pienso que las cosas empezarán a ponerse pronto muy feas en Dallas y Denver, si Broncos y Cowboys no llegan a ponerse de acuerdo con dos wide receivers que sin duda están entre los cinco mejores de la NFL: Dez Bryant y Demaryius Thomas.

2. Pienso que ahora que la NFL ha reducido la sanción de Greg Hardy de diez partidos a cuatro podemos concluir que los Cowboys, al menos en el apartado deportivo, acertaron fichando al sensacional defensive end.

3. Pienso que el fracaso de los Broncos en el draft del 2014 fue solo el inicio de una espiral negativa que un año y medio más tarde va a estar constantemente presente en Denver.

4. Pienso que el final de la carrera de Donovan McNabb ha sido muy triste. Tras no mantener la titularidad en Philadelphia y su breve paso por Minnesota, no ha podido ni afianzarse como comentarista de televisión. Tras ser detenido por segunda ocasión debido a conducir con índices de alcohol por encima de lo permitido, la cadena FOX ha suspendido al ex quarterback de forma indefinida.

5. Pienso que fue un verdadero placer ver jugar a Ken Stabler, quien falleció la semana pasada a los 69 años de un cáncer de colon. Stabler brilló con los Raiders de finales de los setenta. Jamás olvidaré mi primera temporada con los Barcelona Dragons, cuando jugamos en Legion Field, Alabama, y en la sala de prensa había fotos de los tres mejores quarterbacks que había dado esta Universidad, ganadores de cuatro de las primeras nueve Super Bowls: Bart Starr (Packers), Joe Namath (Jets) y el propio Stabler.

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