Hace 12 años que Julio César Chávez González subió por última vez al encordado en una pelea profesional, pero los seguidores del boxeo mexicano lo siguen amando como en el primer día.
La explanada de la Arena T Mobile de Las Vegas estuvo llena durante las horas previas a la pelea con las activaciones de los patrocinadores. Mexicanos provenientes de toda parte de la República y muchos estados cercanos como California o Arizona que se disputaban entre el apoyo a Saúl Álvarez y a Chávez Carrasco. Bastó con que Chávez padre se levantara de su asiento en la terraza donde transmitía para la cadena ESPN para que los de ambos bandos se acercaran a gritarle, a pedirle la foto.
Seguramente Canelo terminará con ganancias superiores, los tiempos han cambiado y esta arena con sus cuatro lounges VIP, sus dos pisos de suites de lujo y sus boletos a precios inalcanzables son algo que no tuvo en su tiempo. Sin embargo, a ambos peleadores les faltan muchos años para ser una leyenda y eso queda claro con la reacción de la gente. Así fue toda la semana, donde pasaba generaba tumultos, fotos y autógrafos en todas las apariciones públicas.
Fue una noche cien por ciento mexicana en Las Vegas, los boletos se agotaron nueve días en espera de una guerra como las que dieron Erik Morales y Marco Antonio Barrera, quienes también estuvieron presentes junto a muchos campeones.
Evander Holyfield, Bernard Hopkins, Humberto ‘Chiquita’ González y Juan Manuel Márquez entre otros. Pero las primeras filas también tuvieron la presencia de atletas de otras disciplinas como el corredor de los Rams de Los Ángeles Todd Guerley; Earvin ‘Magic’ Johnson, Salón de la Fama de la NBA y el peso ligero del UFC, Nate Díaz, quien intercambio mensajes de apoyo en redes sociales con el de Guadalajara en sus peleas anteriores.
También el prospecto mexicano de las artes marciales mixtas, Yair Rodríguez estuvo en las primeras filas, sentado junto al presidente del UFC, Dana White, quien lo invitó personalmente para ver a sus dios compatriotas en acción.
Solo la mención de Genady Golovkin entre la audiencia generó una ovación entre el público, y más cuando apareció en las pantallas gigantes, pues puede ser una de las mejores peleas para ambos protagonistas de la noche en el futuro cercano.
Carlos Slim Domit, patrocinador de Canelo a través de su Fundación Telmex desde el principio de su carrera fue uno de los más atentos durante el combate, así como la actriz Kate del Castillo, cuya familia estuvo presente en la promoción de la pelea en México, pero ella no pudo hacerlo por el tema legal que le impide regresar al país.
Con el recinto lleno y la memoria de los grandes momentos del boxeo mexicano, Canelo y Chávez Jr. recuperaron una fecha de la que se adueñó por años Floyd Mayweather Jr., pero están todavía lejos de la euforia que provocaban sus antecesores.