La manera en la que entendemos los coches está cambiando. La industria se transforma y, aunque parece que va para largo, las novedades ya están aquí: los híbridos son una realidad, poco queda para que veamos coches de pila de hidrógeno en serie, los coches se conducen solos…
Las nuevas tecnologías pisan fuerte y es normal que los fabricantes las vayan incorporando a su trabajo. Una de las más recientes y de las que todavía se están explorando sus posibilidades es la impresión en 3D, que ya se ha aplicado al mundo de la automoción.
Hace unos meses Local Motors presentó el Strati, un coche eléctrico impreso en 3D, y ahora quieren llevarlo un paso más allá con una flota. El proyecto se denomina Reload Redacted y tiene un concepto simple y barato que puede funcionar.
El modelo tiene una base común denominada Function. Cuenta con un chasis que protege las baterías (situadas entre ambos ejes para mantener un centro de gravedad bajo), los asientos traseros integrados en la estructura, asientos delanteros Sparco, los ejes, las ruedas y toda la parte mecánica.
Después, se puede ‘montar’ la versión que se quiera. De momento el fabricante ha mostrado dos, Swim y Sport. Ambas tienen sus propias piezas de carrocería, independientes y fácilmente desmontables por si reciben un golpe y hay que cambiarlas. El Swim es una variante de estilo, digamos, hot rod, con el frontal semicarenado; mientras que el Sport ofrece una carrocería completa y una estética de deportivo que recuerda a un Lotus Evora.
Además, desde la marca ya adelantan que será totalmente personalizable, pudiendo crear las combinaciones que el cliente prefiera, alterar colores, intercambiar piezas… etc.