Corrió, metió y participó activamente en el juego. Arturo Vidal, al igual que en el 2-0 frente a Ecuador, volvió a ser el más sobresaliente de Chile. Sin embargo, no pudo repetir los abrazos del debut, y solo se tuvo que conformar con un 3-3 ante México.
El volante de la Juventus apareció cuando 'La Roja' más lo necesitó. Ejemplo claro es su cabezazo que terminó en el 1-1 durante la primera parte. A pesar de la imprecisión de los primeros minutos, el jugador de Juventus respondió al momento de recuperar balones, y en la creación de opciones de ataque para Chile.
En el segundo lapso, y al igual que en la jornada pasada, se fabricó un penal en un instante donde la escuadra anfitriona no poseía la pelota. Agarró el balón, pateó y convirtió el 3-2. Este gol tuvo doble significado para el 'Guerrero': Quedó como goleador exclusivo de la Copa, y anotó el gol 1000 en la historia de la selección chilena.
Tras el empate, siguió en busca del desnivel, yendo constantemente al área rival, pero su esfuerzo no fue suficiente para lograr el triunfo ante el combinado azteca.
Otra vez Arturo Vidal fue el distinto de Chile.