De ser uno de tus verdugos a convertirse en uno de los tuyos. Eso es lo que ha vivido Josh Smith esta última madrugada. El alero de 29 años ha firmado por Los Angeles Clippers (una temporada por 1,5 millones de dólares, el mínimo para los veteranos), dejando así atrás a los Houston Rockets, el equipo con el que protagonizó una de las remontadas más memorables de los Playoffs en los últimos tiempos: los texanos se metieron en la final del Oeste pese a ir perdiendo por 3-1 ante los de Doc Rivers. Smith jugó un papel destacado en dichos encuentros, sobresaliendo especialemente en un sexto partido (en el que los texanos llegaron a ir perdiendo por 19 puntos) en el que concluyó con 19 tantos y seis rebotes.
Según fuentes cercanas al jugador que cita la ESPN, el alero ha priorizado firmar por un equipo competitivo que le permita pelear por el anillo antes de ganar más dinero. El tema económico no parece un problema para Smith, quien debe recibir en los próximos cinco años un total de 27 millones de dólares por parte de los Pistons al ser cortado por los de Detroit el pasado mes de diciembre. Poco después firmó por los Rockets, con los que llegó a un acuerdo hasta el final de la pasada temporada por otros dos kilos.
Smith es un jugador muy físico, capaz de actuar como ala-pívot. Es un gran defensor si bien no ha alcanzado el nivel de sus mejores años con los Hawks. Su principal problema son sus porcentajes de tiro, especialmente pobres desde la línea de tiros libres y desde el triple. Habrá que esperar a ver cómo encaja en los Clippers, donde compartirá la posición de alero con otro recién llegado, el veterano Paul Pierce.