"Es algo que nunca voy a olvidar. Una experiencia que nunca voy a olvidar porque trabajé y conviví muy de cerca con un peleador de su talla. Manny Pacquiao es un tremendo peleador y también una tremenda persona", comentó el "Chinito" Young que regresó a tierras mochitenses después de intensas par de semanas en el campamento de trabajo del "Pac man", donde sumó 48 rounds de sparreo.
¿Qué tanta importancia le das a esta experiencia que tuviste con uno de los mejores boxeadores del mundo en los últimos años?
Es algo que me quedará marcado para toda la vida por todo lo que vivímos. Convivir de cerca con él , con su familia, con sus amigos y el tener la oportunidad de viajar hasta Filipinas y conocer una cultura muy diferente a la nuestra, un diferente idioma, creencias, comida y muchas cosas más, pero sobre todo el conocer lo humano que es él, la clase de persona que es porque es alguien que ayuda a todo mundo , que no ha perdido el piso y es muy humilde con todos. Nos quedamos con lo mejor de él porque es una persona de hábitos buenos, de marcados valores.
¿Qué tanto crees que te va a servir en tu carrera boxística el roce que tuviste con Manny Pacquiao?
Mucho porque creo que me hizo más peleador, creo que agarre más confianza, me sirvió para darme realmente cuenta donde estoy parado y hasta donde puedo llegar. El largo viaje que hicimos en el avión me ayudó para pensar el gran compromiso que tenia y me mentalice en convencerme en que tenia que cumplirle, en dar mi mayor esfuerzo, en responderles a la confianza que tuvieron en llamarme como sparring y creo que lo logramos, él es un peleador muy habilidoso y fuerte, pega demasiado duro pero aguantamos todo su arsenal u hasta pudímos responderle porque eso era algo que ellos esperaban de mi. Me sentía como en un sueño cuando hacíamos las sesiones de boxeo y al final creo que hicimos un buen trabajo.
¿Crees que vuelva a llamarte en el futuro para que le ayudes de nuevo en otras peleas?
No hablamos nada de eso pero podría darse. El medio las gracias por el apoyo que le dímos y nos despedimos de buena forma con el y con el resto de su equipo de trabajo. El contacto quedó y ojalá se de ese llamado porque fue una grata experiencia la que vivímos en Filipinas.
¿No batallaron mucho para adaptarse a la diferencia de horario, al cambio de comida y al idioma?
Al principio si pero lo conseguimos a la primera semana. La comida nos gustó mucho porque es en base al arroz, ajo, jenjibre y al atún natural. Es una comida muy nutritiva pero en ocasiones sin extrañamos las tortillas, los tacos y toda la rica comida mexicana. En la cuestión del idioma, entre ellos hablaban en tagalo y con nosotros y con otras personas en inglés.
¿Cuál era la forma de trabajo?
Nos levantábamos a las seis de la mañana a correr y después desayunábamos y descansabamos para estar listos para el entrenamiento en el gimnasio desde la una de la tarde y el resto del día lo teníamos libre y fuimos a los malls, cafés y cines.‘