o pudo ser. España se quedó a un paso del que reeditar un pleno de oros Sub-20 que ya había conseguido en 2011. Las chicas triunfaron el domingo anterior en Lanzarote y este domingo los chicos lo intentaron hasta el final, pero se toparon con una Serbia con marcado ADN balcánico que acabó a la Selección con seis triples entre el último minuto del tercer cuarto y los seis primeros del último (64-70). Plata sí, pero de ley tras un fenomenal campeonato que saldan los del técnico madridista Paco Redondo con nueve victorias y una sola derrota, la más dolorosa.
Pero vayamos a lo positivo. España no se ha bajado del podio desde 2007. Nueve ediciones seguidas cosechando metales que sumar a los otros dos que recogió en 2000 y 2002: 11 en total (un oro, cuatro platas y seis bronces) en 14 campeonatos. No está mal. Transcurren los años y el nivel se mantiene. Desde los júniors de oro —Pau Gasol, Felipe Reyes...—, pasando por Llull, Pau Ribas, Colom, Rabaseda, Claver, Aguilar, Mirotic, Abrines, Dani Díez y Willy Hernangómez (todos en la lista de Scariolo para el Eurobasket), hasta su hermano Juancho, Alberto Martín, Marc García, Abalde, Sans, Diop... jugadores con experiencia ACB que en Italia han dejado el pabellón español bien alto.
Problemas. A España anoche le pesaron los 18 rebotes ofensivos de Serbia, sus 10 pérdidas y el talento ofensivo del rival, el mejor en ataque del campeonato. La Selección rebajó en 10 puntos la media con la que llegaban los balcánicos a la final (80,3), pero con la defensa más férrea del torneo encajó 14 más que su promedio (56).
Aun así, el gen competitivo español a punto estuvo de obrar el milagro. Un triple a 56 segundos del final del estudiantil Hernangómez (64-67), incluido en el quinteto ideal del Europeo (ayer 18 puntos y 9 rebotes), acercó un sueño que no se cumplió. El verano de las Selecciones no va mal: un oro (Eurobasket femenino), una plata (Europeo Sub-20) y un bronce (Europeo Sub-20 femenino).