Una vez que ya ha terminado de correr el champán para celebrar los multimillonarios contratos de Demaryius Thomas y Dez Bryant, la paz y el sosiego nos permiten adoptar algo de perspectiva respecto a lo que estará por venir en algo menos ya de doce meses, cuando les llegue su oportunidad tanto a Julio Jones como a A.J. Green.
Parece evidente que los equipos de Jones y Green, Atlanta Falcons y Cincinnati Bengals respectivamente, utilizarán la misma fórmula que se ha seguido con esta nueva “hornada” de receptores-estrella, es decir, usar la etiqueta de “jugador franquicia” para garantizarse que ese jugador participará durante la siguiente campaña a un sueldo más que competitivo y siempre con esa fecha límite para llegar a un acuerdo a largo plazo.
Teniendo en cuenta siempre el gargantuesco contrato de Calvin Johnson, el mercado ha “establecido” tanto los años como el montante al igual que el salario medio de Thomas y Bryant (5 años, 70 millones de dólares y 14 millones por campaña). La clave estará un año más en el dinero garantizado, que en los dos contratos mencionados gira en torno a los 45 millones.
No obstante, cabe la posibilidad de que Jones y Green quieran cerrar un acuerdo antes de ese momento y ampliar sus contratos. Si eso llegara a producirse, hay que destacar que empezarían a competir con su nuevo marco laboral una temporada antes que Thomas y Bryant y, por extensión, una nueva posibilidad de contrato de larga duración siempre a años vista.
Hay que decir que tanto Jones como los Falcons no han iniciado todavía conversaciones en ese sentido pero la franquicia ha manifestado su intención para que su wide receiver siga vinculado muchas campañas más. El receptor de Atlanta percibirá algo más de diez millones para el 2015 y estableció el récord de la franquicia con 1593 yardas de pase en su mejor marca personal de 104 recepciones. A todo esto hay que añadir que lideró la NFL con 31 capturas de veinte yardas o más. No sería raro que se llegase a un acuerdo tal como le sucediera a Matt Ryan antes del training camp en 2013.
Por su parte, A.J. Green disfrutó de su cuarta campaña seguida superando las 1000 yardas, concretamente 1041 en 69 capturas pero con sólo seis touchdowns. No obstante, se mantuvo en la línea de su carrera con 15 yardas por recepción.