El British Open de Saint Andrews de 2015 será recordado como el más largo y trabado de la historia. Si ya acababa en lunes por la lluvia y el viento (sólo pasó en 1988), los golfistas estiraron más el espectáculo con un playoff a cuatro hoyos (1, 2, 17 y 18). Lo jugaron Leishman, Oosthuizen y Zach Johnson. Este estadounidense de Iowa, que se puso una Chaqueta Verde de Augusta en 2007, cocinó su victoria con un birdie en el 2 que de postre le daría una Jarra de Clarete.
La jornada comenzó con una despedida. El legendario speaker Ivor Robson, de 74 años y la voz del British, dejaba el micro. Sus últimas palabras fueron un pistoletazo a una carrera de fondo en la que 14 hombres estaban en un pelotón de tres golpes. Los que no hacían birdie en la primera parte del recorrido se alejaban de la batalla y los que marcaban bogey en la segunda se caían del barco sin remedio. El amateur Dunne o Harrington eran los primeros en tocar el mar. Más tarde se marchaba Sergio García, que hizo un arranque inmejorable (cinco birdies en 10 hoyos) y se alejó de la cabeza con un bogey en el 12. Suma nueve top-ten en el British. También se iban Scott, Day…
Capítulo especial merece Jordan Spieth. El texano, de 21 años, que aspiraba al Grand Slam se quedó fuera de la lucha por milímetros en un putt desesperado fuera de green que le metería en el trío cabecero. “Estaba muy difícil”, dijo.
La suerte no estuvo del lado del prodigio de Dallas. Y en el póquer de hoyos de playoff que establece el Open se citaban Leishman, que pronto se autodescartó con un bogey, Johnson y el sudafricano Oosthuizen, ganador en Saint Andrews en 2010. El último triunfador hasta ayer en el links escocés tuvo opción en el 18 de forzar un quinto hoyo, pero se escapó... y Johnson sumó su segundo major en la Casa del Golf, donde abrazó a su mujer Kim y a su excéntrico caddie Damon Green.
Zach, padre de dos hijos, miembro de la iglesia bautista de Orlando y aficionado a los Chicago Cubs de béisbol, sucede a Seve como el segundo ganador de la historia del British un lunes. Tras el genio de Pedreña, llega Zach Attack, el resolutivo golfista de Iowa City.