Caterine Ibargüen acostumbró a los colombianos a asociar su sonrisa con medallas. Y últimamente, los metales han sido de oro. Este lunes (5:00 p.m., hora colombiana), la atleta de Apartadó disputará la prueba de salto triple en los Juegos Panamericanos, en donde se espera ver de nuevo el resplandor de su sonrisa acompañado por aquel de una presea dorada.
Hablar de una medalla de oro en Toronto no es por arrogancia o patriotismo. Es por resultados. Ganó en salto triple en los Panamericanos de Guadalajara 2011 y consiguió plata en Londres 2012. Caterine ha dominado el salto triple desde entonces.
En 2013, asistió al Mundial de Atletismo en Moscú, Rusia. Fue ahí en donde revalidó lo conseguido en territorio británico. Con un salto de 14.85, Caterine Ibargüen se colgó la medalla de oro en salto triple.
En el mismo año, ganó la Liga Diamante por primera vez para Colombia. Después de seis paradas (Shangai, Eugene, Oslo, París, Estocolmo y Bruselas), Ibargüen se consagró con el primer lugar en salto triple.
El 2014 repitió el primer puesto en la Liga Diamante. Además, en la parada de Mónaco, logró un salto de 15,31, su mejor marca hasta el momento. Finalmente, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, disputados en Venezuela, se colgó otra nueva medalla de oro con un registro de 15,47.
Y el nivel de Caterine se ha mantenido en el 2015 y todo apunta a que se quedará por tercera vez con la Liga Diamante. En las cuatro paradas disputadas hasta el momento (Shangai, Estados Unidos, Noruega y París), la colombiana las ha ganado todas.
Por todo lo anterior, Colombia aspira a conseguir otra medalla de oro. Después de las 5:00 p.m., se espera ver la rutina característica de Caterine Ibargüen: brazos arriba pidiendo el apoyo del público, golpes en las piernas, salto triple, sonrisa y medalla de oro. No se espera menos.