-Ya es tercero de la general.
-Sí, y aunque falta poco, supone mucho con estas etapas de Alpes. Se ha visto que trabajo para Nairo y que junto a él lo intentamos contra Froome, pero está muy fuerte. Lo siento por Van Garderen, había hecho un gran Tour. Sin embargo, así es el ciclismo… Yo en 2014 me quedé fuera del podio por muy poquito. (A Valverde le abriga su masajista, Juan Carlos Escámez, cuando cruza la línea de meta. Al detenerse ante los medios, le pega una palmadita amistosa a Nibali en señal de disculpa, por rematarle en los metros finales de Pra Loup).
-¿Vio lo que le sucedió a Contador?
-No, iba por delante y no me di cuenta. Luego nos dijeron que se cortó y perdía tiempo, una pena para él. (“¿Qué le pasó? ¿Se cayeron delante de él?”, pregunta a los periodistas, que le responden que el madrileño se fue al suelo él solo).
-¿Y por qué salieron al movimiento de Contador a 70 km de meta?
-En Movistar no nos interesaba que se marchara, así que no le dejamos. No se le debe permitir ni un metro, se trata de un hombre muy peligroso.
-¿Se conforman con el segundo y tercer puesto para Nairo y usted?
-No, lo probaremos hasta París, aunque Froome muestra una tremenda autoridad. Seguiremos y lo intentaremos. Está claro que nos gustaría ganar con Nairo, pero si no, subir los dos al cajón supondría un gran resultado. Ojalá, todavía resta carrera.