04/11/2024

Contador se cae y cede 2:17

Miercoles 22 de Julio del 2015

Contador se cae y cede 2:17

Tour de Francia 2015: Ganó el alemán Simon Geschke, Froome sigue líder, Valverde se coloca tercero y Contador sufrió una caída

Tour de Francia 2015: Ganó el alemán Simon Geschke, Froome sigue líder, Valverde se coloca tercero y Contador sufrió una caída

Cumplida la primera etapa alpina (formidable, por cierto), el riesgo es que Movistar haya alcanzado la felicidad absoluta: segundo Nairo, tercero Valverde y liderato por equipos. El temor está fundamentado, a tenor de lo visto ayer. El único equipo español en carrera puso tanto interés en eliminar a Contador como en doblegar a Froome. El líder debió agradecerlo de corazón; no todas las flechas se las tiran a él.

Si Movistar no está dispuesto a arriesgar lo conseguido (una bonita colección de premios menores), podemos dar el Tour por finalizado. Nairo lo probará en los kilómetros finales y, en el mejor de los casos, arañará unos segundos al maillot amarillo, insuficiente para recortar sus tres minutos de desventaja. El siguiente objetivo del equipo (sino el anterior) será controlar el previsible y desesperado ataque de Contador. Con eso bastará para asegurarse el podio y para conquistar la prestigiosísima clasificación por equipos, ganada el pasado año por Ag2r, como todo el mundo sabe.

Alguien equivoca la perspectiva. El ciclismo es hazaña, incluso antes que victoria. Se recuerdan igual los triunfos que las proezas. Plantearlo como una contabilidad de garbanzos es un error colosal. La ONCE fue el primer equipo español en olvidar el sentimiento y concentrarse en los decimales. Apostó por líderes extranjeros, se concentró en la tecnología y dedicó una enorme cantidad de energía a ganar una crono por equipos. Entretanto, Reynolds-Banesto era el Real Madrid del pelotón, permitan la comparación y la nostalgia, como antes lo había sido el Kas.

De un tiempo a esta parte, la estructura de Eusebio Unzué ha ido virando hacia los gustos de la ONCE. Luce un líder colombiano (no diremos extranjero) y estuvo muy cerca de ganar la crono por equipos de la presente edición. El cálculo prevalece sobre la pasión. Cuesta imaginar al Movistar en una operación suicida y eso necesita para ganar el Tour con Quintana. Conformarse con el segundo puesto y celebrar el podio de Valverde, o la general por equipos, delata una alarmante mediocridad de miras. Este Tour montañoso sin contrarreloj es el Tour de Nairo, quién sabe cómo será el trazado del próximo año.

Volveré a la etapa, despiadada con algunos. Van Garderen abandonó por problemas físicos, dolores de cabeza y descomposición general. Contador se fue al suelo en el terrorífico descenso de Allos y a partir de ese accidente el Tinkoff encadenó despropósitos de principiante: primero tardó en auxiliarle y luego fue incapaz de frenar a Majka, que circulaba por delante. Alberto perdió más de dos minutos en la llegada, pero con la dignidad intacta: su ataque a más de 70 kilómetros de meta fue el primero en fijar la atención de los aficionados sobre la etapa.

Vencedor. El alemán Geschke, el más fuerte de la escapada, ganó en Pra Loup. Su esfuerzo y la persecución de Pinot focalizó la atención de la televisión francesa, convertida en Tele Pinot y lamentablemente ajena a la lucha por la general. Valverde tiró del grupo de los favoritos para distanciar a Contador y Nairo tensó la cuerda en los últimos kilómetros, aunque sin éxito. Froome no cedió ni un segundo. El tiempo lo pierden otros.

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