Jerome Bettis vivió de todo en 13 años de carrera en la NFL y uno de los recuerdos tatuados en su memoria tiene que ver con México. El “Autobús”, como se le conoció a Bettis por su estilo físico y dominante para correr con el balón, inició su carrera en Los Ángeles, con los Carneros, y tres años más tarde fue a Pittsburgh, donde durante 10 años se convirtió en referente de la historia de los Acereros, a quienes ayudó a ganar un Súper Tazón.
En ese periodo, además de terminar como el sexto corredor con más yardas en la historia de la NFL con 13.662, Bettis hizo a un lado el problema de asma que sufre desde la adolescencia, vivió la experiencia de jugar en Los Ángeles, ciudad a la que la NFL ansía volver, y también participó en varios partidos de exhibición fuera de Estados Unidos.
Y fue en uno de esos duelos, en la pretemporada del 2000, cuando apreció personalmente la afición al futbol americano de la NFL en México y en especial, a los Acereros. “He sido muy afortunado, especialmente por tener la oportunidad de ir a México. Las veces que fui, el apoyo que encontré de los aficionados fue tremendo”, dijo Bettis durante una teleconferencia de prensa con motivo de su entronización al Salón de la Fama el próximo 8 de agosto.
“(Los mexicanos) adoran y aman a los Acereros. Es impresionante ver cómo saben de este deporte. Es grandioso compartir el honor de llegar al Salón de la Fama con los aficionados y con los de México, porque he podido ver con mis propios ojos cómo los mexicanos aman a los Acereros de la misma forma que los aman en Pittsburgh”, añadió.
La pasión que Bettis vio en aquél duelo de pretemporada ante Indianápolis, en el que Pittsburgh cayó 24-23 en el Estadio Azteca, y en otras visitas promocionales que ha hecho a varias ciudades del país, convencieron al ex acerero de que la NFL debe volver a México. “Me encantaría ver no sólo un juego más sino un juego de temporada regular en México.
La NFL debe poner atención a la pasión de los aficionados en México y entender que, aunque quizá no sea el deporte más popular en México, el futbol americano fue recibido de una gran forma y eso debe considerarse”, afirmó “El Autobús”.
Antes de visitar México, Bettis inició su carrera en Los Ángeles, con los Carneros, con quienes corrió para más de mil yardas en sus dos primeras temporadas. Para la tercera, la franquicia se mudó a la ciudad de San Luis.
Para el ex número 36 acerero, la NFL debe volver a Los Ángeles a 25 años de que Carneros y Raiders la dejaron, aunque señaló que la situación del equipo que decida mudarse a Hollywood debe ser la correcta para asimilar un cambio tan drástico.
“Sólo se trata de tener al coach correcto y entender varias de las situaciones que ocurren en Los Ángeles”, dijo en relación a las tentaciones que envuelven a una ciudad con una dinámica social muy activa.“Siempre hay cosas que preocupan, pero, en lo general, a los jugadores les encantaría jugar en Los Ángeles. A mí me encantó jugar ahí”, recalcó.
Pese a que Los Ángeles se ha caracterizado por muchos años por ser una de las urbes con mayores índices de contaminación en Estados Unidos, Bettis pudo hacer gala de su calidad pese al asma que sufre desde la adolescencia.
Bettis señaló que al superar esa afección y disfrutar de una carrera que terminó en el Salón de la Fama en Canton, Ohio, quiso enviar un ejemplo a todos aquellos que tienen asma. “Ese ha sido el objetivo, dar esperanza, porque lo que sucede regularmente cuando alguien se entera que tiene asma es que cree que su vida se detiene y que su habilidad para continuar haciendo las cosas cambia o no lo pueden hacer más”, explicó.
En la experiencia de Bettis, el primer paso es asimilar que se tiene un problema para aprender a manejarlo. “Hay que entender que se puede hacer y ser quien se quiera ser, lo único es que hay que saber manejar el asma y la gente lo ha entendido, saben que pueden ser excelentes, no sólo en el futbol americano sino en todo lo que hagan. Si lo hacen correctamente, estarán bien”, sentenció “El Autobús”.