A Nairo, Valverde y el Movistar sólo les quedan dos oportunidades para intentar desbancar a Chris Froome. Una, de 138 kilómetros, con dos primeras, un segunda y un especial, toca este viernes. La última, de únicamente 110,5 km, ofrecerá mañana la Croix de Fer (de nuevo) y Alpe d’Huez. La meta de este viernes en La Toussuire (18 km al 6,1% de media) le motiva a Nairo Quintana: “Los puertos así, con mucha longitud y exigencia, me encantan. Son los que mejor se adaptan a mi capacidad. Ojalá salga un buen día y hagamos daños a Froome. Todavía creo en la victoria final”.
No obstante, el colombiano ha modificado su discurso desde la segunda jornada de descanso: “No supondría una desilusión no batir a Froome. Conservamos la mentalidad de luchar por el sueño amarillo, pero también estamos felices por nuestras posiciones actuales en el podio”. Por su parte, el maillot amarillo descuenta dificultades en el libro de ruta: “Superamos otra etapa complicada. Faltan dos esfuerzos y confío en mis piernas y en las de los chicos del Sky. Al contrario que en 2013, no siento flaqueza o que desfallezca como camino de Alpe d’Huez”. Y por si el halago debilita, elogió a su rival con un dardo: “Me gusta cómo ataca. Aunque trabaja bien, hasta la fecha resisto”.