La ‘Mesi’ (con una sola 's' porque es el diminutivo del apellido Meseguer) del fútbol femenino no es argentina sino de Alcañiz, un pueblo turolense de 16.000 habitantes. Tampoco es del Barcelona sino del Atlético Féminas. Silvia Meseguer, de 26 años, es la futura médico de la Selección. La mediocentro está en el último curso y compagina sus prácticas por las mañanas en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda con los entrenamientos con su equipo.
El miércoles tuvo sus primeros minutos en el Mundial de Canadá ante Brasil. Salió en el minuto 71' en sustitución de Natalia. Se confiesa fan de Rafa Nadal “por su carácter y porque nunca se rinde”. Una actitud que le servirá a ella y a todo el equipo para afrontar este miércoles el decisivo choque ante Corea del Sur.
En Zaragoza, en el Transportes Alcaine, empezaron a llamarle ‘Mesi’, como diminutivo de su apellido, Meseguer, apodo que sigue manteniendo. Los pericos pronto le convencieron para sustituir el 'Mesi' de su camiseta por Meseguer, pero sus compañeras siguen llamándole ‘Mesi’. Tras su paso por el Espanyol fichó en 2013 por el Atlético Féminas. Una inoportuna rotura del ligamento cruzado de su rodilla en noviembre de 2013 le tuvo en el dique seco seis meses. Reapareció en 2014, a finales de la temporada, en la Copa de la Reina, y es una de las jugadoras claves en el Atlético Féminas de Champions. También en la Selección, con la que anteriormente jugó la Eurocopa de 2013.
Tras empezar con la Selección Sub-19, comenzó a ser convocada por la Absoluta, a la que lleva acudiendo con asiduidad desde hace seis años. Reconoce la importancia de su puesto, el de mediocentro, “porque es el puesto que equilibra el equipo”.
Empezó practicando atletismo, en concreto, salto de altura, pero pronto se dio cuenta que lo que le gustaba más el fútbol. Comenzó a hacerlo, como casi todas las chicas, en el patio de su colegio, con los niños de su clase. Muy pronto las cualidades de Silvia llamaron la atención de David Magaña, profesor de su colegio y a la vez director deportivo del Transportes Alcaine de Zaragoza y con sólo 15 años se la llevó a Zaragoza a hacer una prueba.
Siempre tuvo a su padre como su gran cómplice. Era el quien le llevaba dos días por semana a entrenar a Zaragoza. Tras jugar en el Transportes Alcaine, donde coincidió con Vero Boquete, fichó por el Espanyol. En el Atlético Féminas ha alcanzado otro sueño, la próxima temporada jugará la Champions.