Los aficionados a los Green Bay Packers suelen recordar un partido jugado el 24 de septiembre de 2012 contra los Seahawks en Seattle como el mayor robo deportivo de la historia. En un drive desesperado, el QB Russell Wilson lanzó un pase a la endzone al WR Golden Tate, el pase acabó siendo también interceptado por el CB M.D. Jennings, pero a su vez atrapado por el WR, que justo antes había cometido una interferencia al CB Sam Shields.
Los árbitros, que eran los de reemplazo por una huelga de los titulares, no se pusieron de acuerdo, uno decretó TD y el otro intercepción. Tras la revisión acabaron dando el TD a Seattle, y por tanto la victoria. La reacción de los jugadores y entrenadores de los Packers fue marcharse al vestuario al entender que aquello era una pantomima, pero al menos sirvió para algo, esa misma semana la NFL y los árbitros llegaron a un acuerdo que puso fin a la huelga.
Hoy es el día que muchos aficionados, especialmente los de Green Bay, se siguen refiriendo a aquello como un atraco, pero no deja de ser un ejercicio de memoria selectiva muy corta, si nos remontamos al 24 de noviembre de 1919 los Packers fueron objeto de un atraco que ni el mas grande robo a una diligencia podría superar.
Los Packers, entrenados por su propietario y jugador, Curly Lambeau, eran entonces un equipo independiente, no formaban parte de ninguna liga organizada, si bien tampoco la NFL había nacido aún. El football profesional era un conglomerado de equipos dispersos en varias ligas, muchos equipos no jugaban en ninguna, sino que eran equipos independientes.
En 1919 Curly Lambeau acordó jugar un partido contra otro equipo llamado los Beloit Professionals, en juego estaba el campeonato del estado de Wisconsin, el premio mas importante de entonces. El partido se jugaría en Beloit, su campo tenía más capacidad que el de Green Bay y por tanto los ingresos de taquilla mucho mayores. Los Pros como equipo local eran también los encargados de poner al árbitro, eligieron a un tal Baldy Zabel, un respetado y reputado ciudadano local.
Los Packers de Curly Lambeau no tardaron mucho en darse cuenta que no solo jugaban en campo enemigo, sino que jugaban contra 12 jugadores en unos tiempos donde no existían las sustituciones mas que por lesión. Baldy Zabel sería un reputado ciudadano de Beloit, pero su intención ese día estaba clara, el equipo de su ciudad tenía que ganar el partido como fuera, y vaya sí se aplicó en ello.
Los Packers dominaban el partido, pero no eran capaces de anotar. Cada vez que los Packers se acercaban a la endzone para anotar un TD, Baldy Zabel se inventaba una penalización inexistente que suponía retrasar la posición de campo y hacía imposible anotar ni siquiera un FG.
Pero la jugada clave estaba aún por llegar, los Pros estaban en la yarda cinco de los Packers, tras cuatro downs no pudieron entrar, sin embargo en cuarto down Zabel dijo que la defensa de los Packers estaba en offside y le dio de nuevo una serie de downs a los Pros.
Entre tanto el encargado del reloj había decretado mediante un disparo al aire el final del primer tiempo. Sin embargo Zabel dijo que a cuenta de la humedad la pistola estaba en mal estado y se había disparado antes de tiempo, decidió añadir 5 segundos al reloj.
En ese nuevo down los Pros, que estaban en la misma yarda 1 ante unos atónitos Packers, aprovecharon para anotar un TD y ponerse 6-0 por delante. Curly Lambeau amenazó en el descanso con abandonar el encuentro, pero le recordaron que entonces no cobraría su porcentaje de taquilla.
El partido en la segunda parte continuó por los mismos derroteros. Zabel se inventaba toda clase de faltas, incluso llegó a pitar algunas del antiguo reglamento, lo que obligó a Curly Lambeau a sacar el libro para demostrar que no existía tal penalización.
Zabel también permitió que el público se implicara en el partido, cada vez que Curly Lambeau intentaba una jugada de pase, se encontraba con que los espectadores eran los encargados de molestar a sus receptores en las bandas, lo que hacía imposible pasar.
En el último cuarto Curly Lambeau entró limpiamente en la endzone, sin embargo Zabel dijo que la jugada se había terminado en la yarda dos ante unos incrédulos Packers. En la siguiente jugada Curly Lambeau volvió a anotar, pero en esta ocasión pitó un inexistente holding, lo que anuló de nuevo el TD.
Pero estaba aún por llegar la jugada más aberrante, un corredor de los Packers se zafó de todos los bloqueos y se encaminaba directo a la endzone corriendo muy cerca de la banda, de repente un espectador sacó la pierna y el jugador de Gren Bay se fue al suelo zancadilleado. Los Packers protestaban y pedían el TD, pero Zabel dijo que él no había visto nada y que el jugador se había tropezado solo.
Aquella fue la última posesión de los Packers. En la siguiente posesión de los Pros el encargado del tiempo disparó su pistola, y esta vez no hubo error alguno. Los Beloit Professionals se proclamaban de esa manera campeones estatales ante los Green Bay Packers de Curly Lambeau en el que es considerado el mayor atraco deportivo de la historia.
Tras el partido los Packers intentaron en vano una revancha ofreciendo una suma desorbitada de dinero, incluso se ofrecieron a jugarla en Beloit de nuevo, pero los Pros se negaron. Un aficionado de Green Bay presente declaró a la prensa “Sabían que solo podían ganar haciendo trampas. El partido fue un atraco a mano armada, lo único que faltaba ese día eran las caretas y unas pistolas”