La historia contará que un 25 de julio, Víctor Aravena estaba cuarto hasta 50 metros antes de la meta y que después de haber corrido 4950 metros, tuvo la fuerza para dejar un competidor atrás y darle a Chile una nueva medalla de bronce en Toronto 2015.
Porque la final de los 5 mil metros fue de antología. Aravena vio la oportunidad en el último tramo, se dio cuenta que el brasileño ya no podía aguantar, y decidió embalar con lo último que le quedaba. Y resultó.
Una nueva medalla de bronce para Chile pero la segunda en el atletismo, después de la presea obtenida por Natalia Duco.