Ona Carbonell en estado puro. Disfrutando en el agua, llenando la piscina con su elegancia y figuras en una rutina libre de solo que domina a la perfección. Sus 94.500, una nota que demuestra el nivel de esta final, le vale para colocarse tercera en la preliminar y encarar la segunda medalla de la sincro española en estos Mundiales de Kazán.
Después de la plata de la primera jornada en la rutina técnica, y con un calendario menos exigente que en anteriores campeonatos, la capitana española está afianzándose en la prueba de solo. Únicamente fue superada por la china Huang, que no compitió en solo técnico y que obtuvo una marca de 95.200, y por Natalia Ischenko, que regresaba a la competición después de un paréntesis en su carrera y que volvió a demostrar el nivel que siempre le había caracterizado (96.500).
La final, que no se celebrará hasta el miércoles, puede significar la segunda medalla para Ona en unos Mundiales que la confirman como una nadadora que va a más. Por contraposición, el equipo de sincro ha descendido a la quinta plaza en las rutinas de dúo y equipo.