Este día surgió la noticia de que Miguel Herrera, técnico de la Selección Mexicana, habría agredido a Chistian Martinoli, comentarista de TV Azteca, cuando se encontraron en el aeropuerto de Filadelfia, horas después del título del Tri en Copa Oro tras vencer a Jamaica.
El mismo Miguel Herrera habló con Eduardo Camarena, reportero de Televisa, quien dio a conocer la postura del Piojo. “No, no soy tan estúpido como para golpearlo en un Aeropuerto en Estados Unidos donde esto me puede significar un problema y simplemente le hice el reclamo”, fueron las palabras que le dio el técnico nacional, quien añadió:
“No voy a aceptar que sea un ataque personal y sobretodo contra mi familia. Lo que están poniendo de que lo golpeé, no, sí yo lo hubiera golpeado aquí seguramente no estaría sentado aquí esperando el avión en la sala D-13 de este aeropuerto en Filadelfia”.
Asimismo, en el programa Súper Estadio, Camarena explicó con palabras textuales la versión de Miguel Herrera, quien estaría totalmente abierto para platicar con Martinoli.
“Me dice Miguel Herrera que efectivamente él le reclamó a Christian Martinoli, textualmente me dijo: ‘yo le fui a reclamar, le dije que si quería debatir, yo le mande un tuit, un mensaje donde le decía vamos a debatir abiertamente, que si no le gusta mi manera de jugar con la Selección, de dirigir eso es debatible en el foro que él quiera, pero le dije que con mi familia no se metiera él (Martinoli) ya tuvo muchos roces en redes sociales con mi hija y eso no lo voy a permitir’”.
Por último, el mismo reportero sentenció que las palabras del Piojo coinciden con la versión de una persona que vivió todo el conflicto en el aeropuerto de Filadelfia. “La versión de Miguel coincide con la de un aficionado que nos confió que fue lo que sucedió”.
Horas más temprano, en exclusiva para AS México, Christian Martinoli dio su versión de los hechos: "Me registré con Luis García, voy rumbo a seguridad, viene llegando la gente de Selección Mexicana y ahí le digo a Luis: 'Ponte delante mío', agaché la cabeza para ver el celular y ahí sentí el puñetazo en el cuello.