-Se le ve especialmente fino. ¿Está bien físicamente?
-Me encuentro muy bien, he trabajado en verano y eso se agradece al empezar en la pretemporada. Soy licenciado en Educación Física, así que me puedo enfocar algún entrenamiento para mantener la forma.
-Y eso que ha cumplido 33.
-Con 33 si no tienes ilusión es mejor dejarlo. Me gusta mucho lo que hago y quiero disfrutar otra vez de la experiencia de Primera.
-¿Se nota el paso de los años?
-Físicamente creo que estoy mejor que con 23. Aprendes a conocer tu cuerpo, a saber lo que necesitas, te cuidas mejor y eres más estricto. No tienes que mirar el DNI, sino el rendimiento. El año pasado Rubén, con 34, y yo hicimos mejores números que hace cinco, cuando llegamos.
-Su segunda vuelta del año pasado fue sideral.
-Jugué muy poco en la primera parte de la campaña y en la segunda hice 17 tantos, casi uno por partido porque también me perdí algún choque.
-¿Entiende que el club, teniendo a Rubén, Rennella y usted, busque otro delantero?
-En estos cinco años, goles no le han faltado al Betis, aunque el técnico y el director deportivo sabrán que cuanto mejores jugadores lleguen, mejor para el equipo.
-También se habla de la necesidad de extremos.
-A los delanteros algún jugador rápido por banda nos beneficia, porque ayuda a que las defensas no estén colocadas si traslada con velocidad el balón. Tenemos gente de calidad ahí pero tienen otro perfil y durante la campaña se pueden necesitar otras cosas.
-¿Cómo se lleva tan bien, personal y profesionalmente, con Rubén? Parecen totalmente diferentes...
-Los polos opuestos se atraen, quizá por eso nos entendemos tan bien. Rubén es muy bueno y un trozo de pan, y te hace muy fácil todo, tanto jugar como lla convivencia diaria. Y somos amigos, que eso es importante.
-¿Tienen más o menos ilusión que hace cinco años?
-La gente ha visto que al final siempre sumamos una cantidad grande de goles y seguimos teniendo mucha ilusión. Rubén ya es máximo goleador y yo quiero seguir adelantando gente en esa clasificación. Uno nunca piensa que va a estar entre los cinco o seis máximos goleadores de un club tan grande como el Betis.
-Al equipo parece que le falta aún. ¿Es para preocuparse?
-Los nuevos se están dando cuenta de la dimensión del club y otros también se están adaptando. Queremos hacer un buen bloque. Ha tocado un inicio de Liga muy fuerte y ya pensamos en el Villarreal.
-Y la segunda, el Real Madrid.
-He jugado tres partidos en el Bernabéu y he marcado los tres. Ojalá siga esa racha, o que marque Rubén por fin y que sirva esta vez para marcar.
-¿Sigue dispuesto a ocupar ese rol más de mediapunta que de delantero puro?
-Desde que hago ese trabajo de bajar y jugar para el equipo me siento bien. Empecé a hacerlo el año que nos metimos en Europa y el que bajamos a Segunda casi no jugué, igual que al comienzo de la campaña pasada. Con Mel volví a hacer un poco de enganche, conectar con la banda, dar salida al balón. Me gusta.
-Había gente que no le veía en esa posición.
-Estéticamente no soy Messi, me ven grande y piensan que no puedo hacer esa labor. Al final lo difícil en el fútbol es hacerlo fácil. A esto juegan once y hay que ponérselo lo más sencillo posible a los compañeros.
-¿Cómo está esa renovación suya que no se cierra?
-Más que sobre la renovación se habló de esa compensación que se me prometió. Han venido otras personas al club, el presidente es un hombre de palabra y me fío. Estoy encantado aquí. La afición me transmite su cariño y eso es importante.
-La afición, mientras, no deja de responder.
-Antes de llegar sabes que el Betis es un gran club pero hasta que no aterrizas aquí no ves realmente la dimensión que tiene. Que 40.000 personas canten el himno a Capella es algo muy bonito. Tanta gente en el campo te da un plus.