21/05/2024

Cinco grandes combates en la historia de WWE TLC

Domingo 22 de Octubre del 2017

Cinco grandes combates en la historia de WWE TLC

A tenor de la celebración este domingo de WWE TLC (2017), se recogen aquí cinco grandes combates de la historia de este PPV.

A tenor de la celebración este domingo de WWE TLC (2017), se recogen aquí cinco grandes combates de la historia de este PPV.

Hoy, WWE TLC (2017) no destacará por el propio concepto del PPV, que como bien su nombre indica se basa en el uso de mesas, sillas y escaleras (por separado o unidas). Bajo la edición actual, la gran atracción será ver de nuevo luchar a Kurt Angle, 11 años después de su marcha de WWE; un sustitutivo para lo que debía ser la reunión de The Shield. Esta maniobra, la de dejar en un segundo plano las estipulaciones, desde luego hace un flaco favor a los defensores de estos shows “temáticos”.

Pero por suerte, nos queda la hemeroteca para recordar la historia de este evento, que desde 2009 no se ha apeado de la programación, gracias, en parte, a la tradicional calidad de sus luchas. Y es que debe reconocerse que en menos de una década de existencia, pocos PPVs han dejado una ristra tan brillante de encuentros. Así, ha sido difícil quedarse sólo con cinco en pos de elaborar una nueva lista que SÚPER LUCHAS les trae para la ocasión.

5 – Randy Orton vs. John Cena, Lucha de Mesas, Sillas y Escaleras para unificar el Campeonato WWE y el Campeonato Mundial de Peso Completo (2013)

Una de las peores noticias de la unificación de marcas fue el fin del Campeonato Mundial de Peso Completo. No sólo por su histórico origen, que se remonta a los primeros años de la lucha libre estadounidense, sino por representar una verdadera competencia al Campeonato WWE, tanto en calidad de portadores como de combates. Tampoco fue demasiado digerible la construcción: John Cena apareciendo de buenas a primeras durante el epílogo de WWE Survivor Series (2013) para colarse en una celebración de Randy Orton. Algo que ¿lógicamente? desembocó en una unificación de títulos, bajo un evento y fecha, por otra parte, poco relevantes dentro del calendario de la compañía. Sin embargo, la notoriedad de los implicados, simbolizando lo mejor de la última era, y la propia calidad del duelo, hicieron honor al cinturón.

No pueden esperarse grandes “spots” teniendo a Orton y Cena de protagonistas, pero si hacía falta demostrar la calidad de ambos y su versatilidad, he aquí la última muestra. “The Viper” y “The Champ” se habían visto las caras bajo casi cualquier estipulación posible: Sin Descalificación, dentro de la Cámara de Eliminación, Hell in a Cell, I Quit, Iron Man… Sólo les quedaba batirse el cobre mediante un TLC, y no defraudaron. Teniendo en cuenta el largo historial de hostilidades entre ambos, el combate se planteó como una culminación de todo lo visto anteriormente, sin demasiados alardes, jugando como siempre con la astucia de Orton al esposar a Cena; recurso que finalmente sería determinante cuando este cayó sobre una mesa y permitió a su rival llevarse la victoria. Sí, contra todo pronóstico, “el mayor combate de la historia de WWE”, en palabras de JBL, no lo ganó Cena.

4 – Kane (c) vs. Edge vs. Rey Mysterio vs. Alberto del Río, Lucha de Mesas, Sillas y Escaleras por el Campeonato Mundial de Peso Completo (2010)

Por primera vez, tras una década de TLC, cuatro luchadores compitieron a la vez (Fatal 4-Way) de manera individual en dicha clase de combate. El éxito de la primera entrega de este PPV el año anterior hizo que los creativos quisieran subir un peldaño y ofrecer algo nunca visto; en un evento que de nuevo, contentó a crítica y público, pese al ya célebre “enterramiento” de John Cena a Wade Barrett. Como construcción, el añadido de Rey Mysterio y Alberto del Río otorgó un revulsivo a la rivalidad entre Kane y Edge, que ya había agotado el recurso de Paul Bearer. Y sobre todo, descargó bastante peso de minutos al canadiense, ya muy tocado físicamente, quien consumó su retiro cuatro meses después para sorpresa y tristeza del Universo WWE. Pero antes, fue capaz de seguir ofreciendo notables actuaciones, y en este caso, brindar su último TLC, terreno donde siempre se movió como pez en el agua, por otra parte.

No se hicieron esperar las movidas espectaculares, cuando a los dos minutos, del Río movió la escalera para que Rey cayera fuera del ring sobre Kane y Edge. Y me detengo en el potosino, porque acabó robándose el protagonismo, teniendo en cuenta la notoriedad de sus oponentes y considerando que fue su debut bajo esta estipulación. Su última secuencia, en la que cayó sobre una mesa, fue clave para el desenlace escalonado del combate, que luego vio salirse de la ecuación a Mysterio y Kane, para permitir que Edge ganara por sexta vez el Campeonato Mundial de Peso Completo, récord que poco después ampliaría a siete ostentaciones. Una pena que el público de Houston, Texas, estuviera un poco apagado, pues un respetable a la altura hubiese supuesto un plus. Por cierto, en este sentido, se echa de menos la labor a los comentarios de Matt Striker.

3 – The New Day (c) vs. The Usos vs. The Lucha Dragons, Triple Amenaza de Escaleras por el Campeonato de Parejas WWE (2015)

Un tema recurrente en la lucha libre es la importancia de un buen “opener” para un show. Este debe hacernos entrar en materia, encendernos y preparnos el cuerpo para lo que vendrá a continuación, que lógicamente, supone el plato fuerte de la noche. Pero he aquí un gran problema: ¿qué pasa cuando ese inicio se antoja insuperable? Pues que el exceso de calidad, irónicamente, acaba siendo perjudicial. Y aunque WWE TLC 2015 no fue un mal PPV (a destacar también un Dean Ambrose–Kevin Owens y un Wyatt Family-ECW Originals), ningún otro duelo del resto del cartel estuvo a la altura de los 18 primeros minutos, protagonizados por seis talentos que demostraban la gran salud de la división de parejas. Una pena que los mexamericanos no recibieran mayores reconocimientos en forma de un campeonato de duplas, tras un buen recorrido en NXT donde sí lo consiguieron.

Todavía cercano en la memoria, el combate será recordado por un “highspot” ejecutado por Kalisto, quien a partir de aquí, debido a una lesión de Sin Cara, vivió un impulso individual que lo llevó a convertirse en Campeón de los Estados Unidos. Pero hubo bastante miga antes de esa movida. No es casualidad que los cánticos de “This is awesome!” fueran banda sonora durante gran parte de la contienda. Dentro de una hipotética lista de “100 Combates que un no-fanático debe ver antes de morir”, pocas batallas recientes serían más apropiadas de incluirse. Me encanta cuando la diversión se antepone a cualquier rivalidad o estricto realismo, ya que algunos críticos pueden argumentar que los luchadores se centraron más en realizar “spots” que en agarrar los cinturones. Pero lo siento, para mí esto es lucha libre. ¿Y quién sabe a dónde hubiera llegado el combate con el añadido de los Dudley Boyz?

2 – Luke Harper (c) vs. Dolph Ziggler, Lucha de Escaleras por el Campeonato Intercontinental (2014)

Y ahora, otro “opener” de un PPV. Tradicionalmente, el cetro Intercontinental ha basado su atractivo en su capacidad de robarse el show, cuando casi siempre se le ha relegado al medio cartel. En este caso, constituyó el primer duelo del menú, algo razonable ya conociendo la poca estima hacia Dolph Ziggler y Luke Harper. Concretamente, se me hace urticante el maltrato a este último, que tuvo una penosa ostentación de dicha correa de apenas un mes, cuando es el ex-Wyatt de mayor talento. Mala noticia, bajo mi punto de vista, que de nuevo se le empareje con Erick Rowan. Parece que tres años después sigue en la misma consideración por parte de la directiva. Porque, con actuaciones como la que nos ocupa, Harper debería al menos haber continuado en solitario, en vez de ser devuelto al redil “familiar” meses después.

Rememorando su prolegómeno, Ziggler prometió hacer historia. Y aunque el poco renombre de ambos contendientes imposibilita su inscripción con letras de oro en los anales de WWE, se trata, con todas las de la ley, de una de las luchas más intensas de la última era. Imposible sacar mejor provecho del reducido tiempo del que dispusieron. De nuevo, esa sensación tan habitual últimamente de que WWE no saca todo el potencial de su producto: con 10 o 15 minutos extra el nivel hubiera llegado a la estratosfera, aunque no sé si los gladiadores hubiesen podido mantener ese particular “Estilo Recio” que desplegaron. “The Show-Off” ya nos tiene acostumbrados a realizar actuaciones kamikazes, y Harper fue capaz de seguirle el ritmo, casi rompiéndose el brazo por el camino. Al final de la noche, la lucha que quedó grabada en las retinas del público no fue la del Campeonato Mundial de Peso Completo WWE, o el estelar, sino la que nos ocupa. En eso consiste el Campeonato Intercontinental.

1 – Jeri-Show (Chris Jericho y Big Show) (c) vs. D-Generation X (Shawn Michaels y Triple H), Lucha de Mesas, Sillas y Escaleras por el Campeonato de Parejas
Unificado WWE (2009)

Concluyo por el origen. Como escribí anteriormente, que TLC ya lleve ocho entregas consecutivas (y una novena a las puertas) se debió en gran parte a la buena acogida que recibió su arranque. Menciones de honor para Christian vs. Shelton Benjamin por el Campeonato ECW y The Undertaker vs. Batista por el Campeonato Mundial de Peso Completo, otros dos puntos muy destacables del cartel. En definitiva, probablemente la mejor edición de la historia de este PPV, culminada con un estelar que hizo que los asistentes esperaran con gusto hasta el final del espectáculo, ya que el acontecimiento resultaba histórico: la encarnación de DX con Shawn Michaels y Triple H, por primera vez compitiendo por el Campeonato Unificado de Parejas. Y por si fuera poco, desde San Antonio (Texas), la ciudad donde se crió Michaels. Así, de primeras, el continente ya puso todo de cara para conjurar algo memorable.

Se nota cuando un “bookeo” está bien trabajado por la cantidad de detalles que pueden desmenuzarse. Resumiendo, el fondo del combate consistió en demostrar la diferencia entre lo que es una simple unión de dos luchadores y un verdadero equipo, ejemplificado en un doble suplex de los técnicos con una escalera que impactó brutalmente sobre la espalda de Chris Jericho, o en un Pedigree de HHH a Big Show reforzado con la ayuda de Michaels. Pero sobre todo, ejemplificado con su fantástico final. Tras romper todas las escaleras disponibles, el gigante aupó sobre sus hombros a Y2J; un mal intento de alcanzar los cinturones que fue frustrado por sus rivales. A cambio, Hunter agarró la mitad de una escalera e hizo de apoyo para que HBK ascendiera y consiguiera el último título de su trayectoria profesional. TLC no ha vuelto a ofrecer un estelar tan brillante como este, ni WWE un duelo de duplas tan emotivo que de verdad justifique su condición de ESTELAR (con mayúsculas) de un PPV.

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