A más de un punto de las medallas, el dúo español finalizó en quinta posición en la preliminar de la rutina libre, celebrada esta mañana en un Kazán Arena con bastante público teniendo en cuenta que no había jornada de finales. Paula Klamburg fue quien, en esta ocasión, acompañó a Ona Carbonell en una coreografía que fue de más a menos, como reconoció la propia solista española: “Hemos hecho un muy buen primero y segundo largo, pero en el tercero y el cuarto largo han habido desincronizaciones por el cansancio y peor ejecución, y esto no ayuda a tener una mejor nota”.
Sus 91,700 se quedan muy lejos de las primeras posiciones. La victoria en la preliminar fue para Rusia. Las ‘Svetlanas’ volvieron a demostrar que la velocidad, sincronización y ejecución del equipo anfitrión es de otro planeta. Su actuación les valió la puntuación más alta de las recibidas en estos Mundiales (97,2667). La propia Ona comentó que su coreografía gusta mucho entre las rusas: “No sé qué posibilidades de estar en el podio tenemos, dependerá de cómo nademos la final. Nuestra coreografía es una de las mejores, con mucha temática y rapidez. Incluso a las rusas les gusta mucho como me comentaron en la Copa de Europa”. Pero que no encandila a los jueces, como añadió Paula Klamburg: “Lo podemos hacer mucho mejor y ojalá se nos valore la actuación”.
Pese a la originalidad, los jueces han valorado a España mucho menos que a sus rivales. China de desmarca del grupo que persigue a Rusia y se colocó segunda, tres puntos y medio por encima de España (95.4667).
Japón y Ucrania dirimen por un bronce en el que las asiáticas parten con ventaja. Ha sorprendido el equipo que, otrora, fue asiduo al podio internacional. Entre ambas hay cinco décimas de diferencia (93,5333-93,0333).