Como bien relató con ironía nuestro Editor en Jefe Ernesto Ocampo durante la cobertura ayer de Monday Night Raw, SmackDown Live seguramente aprovechó la coyuntura de la baja de Roman Reigns para invadir el show rojo. Una ausencia tan relevante en WWE TLC (2017) que, desgraciadamente, acabó propiciando el regreso de Kurt Angle, trazado de una de las peores maneras que se recuerdan. Y además, todo a menos de un mes de uno de los cuatro grandes PPVs de la compañía: WWE Survivor Series. Ahora, dos fuentes ofrecen novedades al respecto de Reigns, aunque difieren bastante en sus pronósticos.
Primero está Dave Meltzer. Como bien indicamos ya aquí en SÚPER LUCHAS, el editor del Wrestling Observer informó que tanto “The Guy” como Bray Wyatt y el resto de afectados por el virus serán sometidos a nuevas pruebas el próximo lunes, mientras que el jueves se vacunó al resto de Superestrellas. Sin embargo, parece que la compañía aún teme que la infección pueda ser contraída por algún otro talento. Por ahora, las informaciones de Meltzer no alcanzan a concretar si se han realizado pruebas al vestuario de SmackDown.
Y en segundo lugar como novedad y contrapunto aparece Ryan Satin, de Pro Wrestling Sheet. Según su reporte, las paperas por las que estaría pasando Reigns no lo mantendrán fuera de acción mucho tiempo. De hecho, ahora mismo WWE espera que el samoano esté listo para volver en Survivor Series, pero es posible que quizá prefieran andar con pies de plomo y mantenerlo fuera de la programación hasta después de la cita del 19 de noviembre. Por otra parte, Satin desvela que la frustrada reunión de The Shield queda en el aire, y por ahora se desconoce si esta se retomará una vez Reigns coja el alta, aunque el propio periodista cree que sí se llevará a cabo.
Por ahora, observando el cartel de Survivor Series, y ante su caracter de puro evento de exhibición entre marcas, la importancia de elaborar una buena construcción de las rivalidades queda en segundo plano. Así, una incorporación de Reigns a última hora resultaría digerible, y en el caso de que se decida no programarlo, siempre podría recurrirse a otros luchadores con los que llenar el tradicional 5 vs. 5. Desde luego, este año, SS será más que nunca un evento de mero disfrute luchístico, y a su vez, a todas luces sumamente de transición. Por lo que una ausencia de la cara de la empresa tampoco supondría un grave prejuicio creativo.