El inicio del Torneo de Apertura fue gratificante para Colo Colo. Ante Unión Española, un cuadro que se perfila para pelear en la zona alta de la tabla, los albos vencieron con buenos recursos en Santa Laura. Y entre ellos, llamó la atención la presencia de Humberto Suazo como puntero derecho en el ataque visitante, junto a Esteban Paredes, de nueve, y Martín Rodríguez, como wing izquierdo.
Para Chupete no es ninguna novedad el puesto. En los albores del proceso de Marcelo Bielsa en la Selección, tuvo que desplazarse hacia la derecha para cederle el lugar a Marcelo Salas. Cuando el Matador agotaba sus reservas energéticas y era sustituido, otra vez el goleador colocolino se ubicaba en el centro de la línea ofensiva, luego de un ir y venir permanente por su zona de acción para satisfacer los requerimientos del ex DT de la Roja.
Sin el despliegue de entonces, pero de buen ánimo para adaptar sus recursos a las exigencias del juego por la banda, Suazo cumplió adecuadamente ante los hispanos. Como a Colo Colo lo atacan poco, el delantero no debió desdoblarse en defensa continuamente siguiendo al lateral izquierdo, lo que le permitió mantener en alto su reserva física para concentrarse en forma prioritaria en atacar.
En la punta derecha, José Luis Sierra cumple con el requerimiento tácito de Chupete en su regreso a casa para sentirse a sus anchas: escabullirse de la zona de intenso y extenso roce en el eje del ataque. En el ciclo anterior, Héctor Tapia dio pie a la exigencia, situando a Suazo como enlace o en el rol de nueve retrasado. El resultado no fue el esperado, salvo en jugadas puntuales en las cuales asistió de buena forma para algunos tantos colocolinos, hasta que un desgarro lo borró de todo.
Como puntero, el conflicto es con el lateral izquierdo de turno y puede evitarlo desprendiéndose rápido del balón. Así fue frente a Unión: de espaldas al arco rival y bien pegado a la raya, jugó siempre con el compañero de frente; y cara a cara con el marcador, buscó permanentemente la asociación para picar al espacio en lugar del duelo directo.
Con Chupete en ese sector de la cancha, el Cacique gana enormemente en precisión en los envíos transversales desde el costado del área penal, en virtud de su gran pegada. También se potencia el nivel de Gonzalo Fierro, pues en la interacción con Suazo, el lateral puede amplificar su rendimiento por la gran comprensión del juego de su interlocutor, quien maneja el tiempo justo para la habilitación en la pasada por afuera del defensor.
Hay sí un aspecto que Sierra deberá ver con mayor detalle. Este tiene que ver con el rol defensivo de Chupete. La actualidad exige que los delanteros que juegan por los costados asuman la custodia del lateral respectivo, incluso hasta la línea de meta si es necesario. Contra los hispanos, Suazo solo en jugadas puntuales cumplió con esta función, obligando así a Jaime Valdés a salir a presionar al costado, labor en la que no resalta precisamente el mediocampista.
La dificultad la tendrá Fierro, a quien le doblarán la presencia ofensiva en su banda. Mientras el rival no ataque mucho, no habrá problemas. Además si las coberturas de los centrales albos son adecuadas, el asunto por ahora posee solución.