Jesé ha empezado la pretemporada recordando su mejor versión, la que dio antes de romperse la rodilla contra el Schalke hace menos de año y medio. Pero el estado del canario no es fruto de la casualidad sino del trabajo. Este verano se ha machacado durante tres semanas en Las Palmas antes de comenzar el trabajo con el equipo. El canario se ejercitó casi a diario en dobles sesiones: dos horas por la mañana y una hora y media por la tarde. Cuando llegó a Australia su buen tono agradó a Benítez.
La temporada pasada acabó quemado con los pocos minutos que le dio Ancelotti, la idea de salir estaba en su mente y así se lo dijo a sus más cercanos, pero la llegada de Benítez cambió todo. El técnico le mostró confianza y le aseguró que tendría partidos y que sería importante. Jesé volvió a ver las puertas abiertas del Madrid, su equipo, y se puso manos a la obra.
La BBC. El estado de forma de Jesé es tal que ya se asoma al sudoku de la ofensiva del Madrid en el que Benítez tiene a Cristiano, Bale, Benzema, James e Isco para cuatro puestos. Hay que recordar que antes de que el canario se lesionase estaba llamando a la puerta de la titularidad en el Madrid, frente a Bale, y a punto de ser convocado con la Selección. Tras el partido ante el Inter reconocía que estaba mejor: “Me hacía falta una pretemporada”. Ya la tiene y ha vuelto su chispa.
De tener el 30% minutos al 18% tras la lesión
Jesé disputó 643 minutos de los 3.690 que jugó el Madrid desde que regresó de su lesión, es decir, un 18% de los minutos posibles. Antes de romperse ante el Schalke sumaba el 30% de los minutos posibles (1,177’). “Si no se hubiera lesionado, habríamos peleado la Liga de 2014”, llegó a decir Ancelotti. Pero la temporada siguiente se mantuvo aferrado a la BBC y las oportunidades para el canario fueron mínimas. Incluso, se planteó salir hasta que Benítez le llamó...