04/05/2024

Las Organizadas Tonterías Animadas preveraniegas

Miercoles 17 de Junio del 2015

Las Organizadas Tonterías Animadas preveraniegas

Para el aficionado sediento de NFL, los OTAs suponen un oasis en la travesía del desierto, y es tal nuestra necesidad, que olvidamos que son un espejismo.

Para el aficionado sediento de NFL, los OTAs suponen un oasis en la travesía del desierto, y es tal nuestra necesidad, que olvidamos que son un espejismo.

De las múltiples estaciones que comprende el particular vía crucis del aficionado a la NFL durante el interminable periodo entre temporadas, una de las más intrascendentes, pero no por ello menos esperada, son los tradicionales Organizated Team Activities, más conocidos por sus siglas en inglés: OTAs. Unos pseudoentrenamientos cuya equivalente al castellano sería “Obligatorias Tonterías Animadas”. Obligatorias porque aunque en teoría son voluntarias, todo aquel que no acude queda marcado por el equipo, así que más le vale presentarse. Tonterías, porque en estos primeros entrenamientos, todavía sin que se permita el contacto ni formar con toda la armadura, bien poco valor tiene lo que se muestre en ellos. No cometamos el error de emocionarnos con fulanito o menganito porque leamos que están en increíble estado de forma. Y animadas, porque visto lo anterior, los entrenadores se las tienen que ingeniar inventando actividades que mantengan vivo el entusiasmo de sus pupilos. 

En mi opinión, el sentido que tienen estos entrenamientos no es tanto deportivo como tener controlados a jugadores con tendencia a “despistarse” en exceso durante la offseason, hacer las presentaciones formales de los nuevos entrenadores, que los rookies conozcan a sus compañeros veteranos, que los segundos gasten las prohibidísimas novatadas a los primeros, y que los periodistas, que también tendrán una hipoteca que pagar, entreguen sus crónicas mientras Margaret, o como se llame su legítima, organiza las vacaciones con los niños. Pero también es el primer contacto entre jugadores y aficionados con un oval en movimiento, y de ahí el inusitado interés que despiertan.

Creo yo que más por motivar al personal que porque lo piense hacer realmente, Tomlin está haciendo a sus Steelers practicar conversiones de dos puntos, motivado por la ampliación en la distancia de los extra-points. Es por todos conocida la dificultad de convertir field-goals en Heinz Field, pero no creo que sea para tanto. Sin embargo, siempre es más divertido para atacantes y defensores anotar, o evitar, este tipo de jugadas. Por lo demás, las sesiones en Pittsburgh han sido plácidas, más allá de un pequeño conato de riña entre Ramon Foster y Shayon Green que no fue a mayores. Lo más importante es que no hubo lesiones, más allá de algún pequeño susto, como el de Bryant, y pequeñas molestias, lógicas por estas fechas. El principal objetivo era que los jóvenes que van a tener un protagonismo especial este año, fundamentalmente en defensa, hicieran repeticiones con las primeras unidades. 

No han tenido tanta suerte esquivando las lesiones en Baltimore. En estas pachangas han caído los WRs Robinson y Campanaro, y el CB undrafted Wilson. No vamos a decir que son bajas catastróficas (los WR podrían estar para el training-camp), pero no es buena noticia que caigan efectivos precisamente en las posiciones más flojas de la plantilla. El plan en ataque era familiarizarse con la nueva ofensiva de Marc Trestman, lo que viene siendo una tradición, ya que es el cuarto coordinador ofensivo en los últimos cuatro años. Las vacas sagradas de la línea ofensiva prefirieron saltarse este campamento y entrenar por su cuenta, lo que agradecieron los jóvenes para tener más repeticiones con la primera unidad. Mientras, en defensa, el interés consistía en comprobar cómo las nuevas piezas adquiridas en agencia libre y draft encajaban en los puestos que dejaron libres los que se marcharon, o como refuerzo de aquellas posiciones que en el año pasado dejaron más dudas. 

Si hablábamos de lesiones, comprobar el estado quienes pasaron por el quirófano era el principal foco de atención en la cita bengalí. La rodilla del LB Vontaze Burfict, el nuevo abanderado de la defensa de los Bengals, requirió cirugía y aún no hay fecha de recuperación, siendo éste a día de hoy el mayor nubarrón que se cierne sobre la Queen City. La flamante selección de primera ronda del pasado draft, el OT Cedric Ogbuehi, también está convaleciente y no se le espera por el terreno de juego en toda la pretemporada. Para contrarrestar, la afición sonrió al ver al DT Atkins y al DE Michael Johnson recuperar su nivel tras un aciago 2014 lastrado por molestias, y porque se volvieron a ejercitar sobre el campo el TE Eifert y el WR Marvin Jones, con lo que Dalton recupera al completo toda su cuadrilla de receptores. Más vale que lo aproveche, porque la mejoría experimentada por otro lesionado de 2014, el QB McCarron, puede hacerle sentir presión por un suplente por primera vez desde que está en la liga. 

Si nos vamos a Cleveland, hay que seguir hablando de QBs. El principal punto de interés, por no decir el único, era comprobar quién lo hacía mejor, si McCown o Manziel, y la respuesta es… ninguno. En principio, le han dado los galones de titular al veterano, pero nada garantiza que esta situación se prolongue mucho en el tiempo en el ataque tan dinámico que está preparando el nuevo coordinador ofensivo John DeFilippo. A falta de algo destacable por parte de los QBs (dentro del campo, porque fuera Manziel sigue generando noticias, y no precisamente por su madurez), hay que señalar que la tripleta de corredores formada por West, Crowell y el novato Duke Johnson, está despertando bastante expectación. Visto el panorama, buena falta hará que funcione el juego terrestre para quitar presión a los quarterbacks. Una presión que en buena medida sentirá el equipo al completo… si la ciudad se queda sin su ansiado título de la NBA.

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