El capricho de Germán González siempre fue Omar Sebastián Pérez. Lo vio jugar por primera vez en 1999 y lo quiso llevar a Santa Fe en 2005, cuando era director técnico del equipo. Solo hasta el 2009 pudo contratar al 10 argentino. Seis años, 200 partidos y cinco títulos después, 'Basílico' demuestra que no estaba equivocado.
"Lo conocí por primera vez cuando estaba en Tandil, Argentina, en el año de 1999. Estuve durante el Sudamericano y Boca Juniors estaba haciendo su pretemporada. Desde ahí me fijé en Omar Pérez", recuerda el exentrenador de Santa Fe.
Cuando Omar llega a Colombia, 'Basílico' recordó aquel pibe en Tandil y comenzó el deseo por verlo vestir la camiseta cardenal: "Lo volví a ver en 2005 jugando para el Junior, y me gustó muchísimo. Yo quise traerlo a Santa Fe desde ese año, por sus características de juego, por su inteligencia y por su trabajo colectivo. Lo propuse para que lo contrataran, pero no se pudo en ese momento", explica.
Su obsesión por contratar a Omar Pérez era producto, entre otras cosas, del recuerdo que el argentino le traía con otro gran ídolo de Santa Fe: Alfonso Cañón.
"Yo pensaba en ese momento que Santa Fe fue muy grande cuando tuvo a Alfonso Cañón, y Omar tiene las características y el fútbol de Alfonso. En 2008, cuando regresé al equipo como director deportivo, en el primer refuerzo que pienso es en él y le sugerí a los directivos para que lo contrataran. Finalmente se dio en 2009".
Y desde ese momento, Santa Fe ha conseguido dos Ligas, dos Superligas y una Copa Colombia, esta última dirigida por el mismo Germán. Para el entrenador, la edad no es un impedimento para el 10, pues "con su inteligencia lo suple todo". Ese fue el legado de 'Basílico' González a Santa Fe: Omar Pérez, un capricho que se convirtió en ídolo.