Tarde de emociones en el Kazán Arena. El jolgorio que ha despertado la clasificación final del dúo mixto no lo había logrado ninguna de las anteriores finales. Emoción, un podio incierto y, finalmente, victoria para la pareja rusa (Valitova y Maltsev) que celebró el oro como si fuese el primero de su delegación (91,7333). Las anfitrionas superaron a la Estados Unidos de Bill May gracias a una coreografía interpretada de forma brillante (91,4667).
El bronce fue para Italia (89,3333), que superó a la Francia de Virgine Dedieu (88,5333). La pasión y las lágrimas que derrocharon las transalpinas fueron encomiables. La zona mixta se llenó de abrazos y hasta Gemma Mengual se fundió con ellas. Su coreografía estaba más trabajada que la francesa.
El quinto lugar fue para el dúo español, formado por Pau Ribes y Gemma Mengual, con una nota de 86,900. “Hubo algunos errores pero es normal. Estuvieron muy bien. Si hace tres meses me dicen que quedarían quintos en un Mundial, no me lo creería”, dijo Anna Vives, una de las entrenadoras. “He notado más presión en la final, pero hemos disfrutado”, recalcó Pau Ribes, que espera “que esto tenga continuidad. Me gustaría seguir y que la FINA siga apostando por ello”.
Mengual puso punto final a este breve paréntesis en su retirada. La entrenadora dejó claro que “he disfrutado mucho del camino. Algunas jueces me decían que con otro chico hubiese hecho medalla, pero yo no cambio a Pau por nadie. Me lo ha pasado genial y voy a seguir entrenándolo”.