Nueva derrota del Betis, tercera en cinco amistosos y ante otro rival, el Darmstadt recién ascendido a la Bundesliga, que tampoco tiene pinta de caber en la Primera española. Se está acostumbrando a perder el equipo verdiblanco, aunque esta vez le quede el consuelo (o la preocupación) de haber jugado con el presunto equipo suplente.
Sí, la 'segunda unidad' bética. Un grupo que tras defraudar en anteriores partidos, tenía la ocasión de ganarse algo de crédito en Alemania. Apenas lo logró Cejudo. El cordobés es el único extremo más o menos puro que Mel tiene en plantilla y a él le tocó inaugurar el marcador en el 13', después de una buena combinación con Portillo y Rennella.
Ocurrió en una de las pocas llegadas con claridad del Betis. El Darmstadt, animoso pero poco dotado de calidad, amagaba hasta que Jungwirth cabeceó a la red ante la mirada, sólo la mirada, de Bruno y Tarek. La jugada volvió a confirmar que a este Betis le falta mala idea atrás. El egipcio se estrenaba como central y su velocidad resultó tan evidente como su falta de colocación. En este 1-1 y, casi al descanso, el 2-1: libre de marca, Stroh-Engel fusiló a Dani.
Petros, que también jugaba en su teórica posición fetiche, la de medio trotón, estuvo aún peor. El brasileño, como todos menos Cejudo, jugó también completa la segunda mitad, incapaces los de Mel de crear peligro claro excepto en dos tiros desde la frontal de Fabián y Rennella que repelió con dificultades Mathenia. El Darmstadt pudo matar antes a la contra, pero lo dejó para el final. Otro resultado negativo para este Betis que necesita refuerzos, también entre los suplentes.