Alejandro Burzaco, ex presidente de la empresa Torneos y Competencias, alcanzó un pacto para colaborar con el FBI y la Justicia de Estados Unidos y quedó en libertad tras entregar sus pasaportes (argentino e italiano) bajo fianza de 20 millones de dólares. No podrá salir de Nueva York y tendrá que llevar una pulsera de localización con GPS. Las mismas medidas que le impusieron a otro de los acusados, el exvicepresidente de la FIFA Jeffrey Webb.
Burzaco es un hombre clave en el FIFAGate ya que se le acusa de pagar más de cien millones de euros en sobornos a través de Datisa, la empresa creada por Torneos y Competencias, Traffic y Full Play para obtener los derechos de televisión de los torneos de la CONMEBOL y la CONCACAF, entre ellos los de la última Copa América en Chile y las de las tres próximas ediciones de 2016 (Estados Unidos), 2019 (Brasil) y 2023 (Ecuador).
Burzaco, que fue extraditado el miércoles y compareció en la madrugada del sábado (hora española) ante la jueza Vera Scanlon del Distrito Este de los Tribunales de Nueva York, se declaró 'no culpable' de los cargos que se le imputan: corrupción, blanqueo de capitales y conspiración. Previamente a su extradición había alcanzado un acuerdo con las autoridades judiciales de Estados Unidos para reducir su condena. Se ha comprometido a colaborar con la Justicia norteamericana y a dar detalles de las operaciones y los nombres de las personas con las que cerró los acuerdos. Burzaco tuvo una estrecha relación con Julio Grondona, expresidente de la Asociación del Fútbol Argentino ya fallecido.