Se acerca el tercer triunfo. Jari-Matti Latvala ha puesto tierra de por medio con Sebastien Ogier en el Rally de Finlandia, y casi ha dejado sentenciado el triunfo a su favor. A falta de los dos últimos tramos de la etapa final, su ventaja es de 13,2 segundos, una renta que sobre el papel debería ser suficiente para cantar el alirón mañana ante los suyos.
La pelea ha seguido muy cerrada a lo largo del día. Segundo arriba, segundo abajo. Latvala ha tenido un susto, pero no ha levantado en ningún momento. Hasta que en el antepenúltimo tramo ha sido Ogier el que se ha salido ligeramente, y ha dado la impresión de que ahí se ha puesto a pensar en el campeonato. “Lo hemos intentado. Pero no hay problema si acabamos segundos. Sería un gran resultado para el campeonato. Gran trabajo de Latvala”, decía el galo al acabar. “Sabía que por la tarde era el mejor momento para atacar a pesar de la lluvia”, explicaba un exultante Latvala.
Mientras, por detrás Kris Meeke, el único que ha sido capaz de rodar cerca del ritmo de los Volkswagen con su Citroën, se salía y arrancaba una rueda, dando una nueva decepción a su equipo. Desde que ganó en Argentina, no ha dado pie con bola. Su compañero Mads Ostberg heredaba la tercera plaza, por delante del primer Hyundai, el de Thierry Neuville.
Dani Sordo iba pegado al belga hasta que ha sufrió una salida de carretera, en la que se ha quedado atascado en la cuneta más de cinco minutos y medio. Se hundía en la clasificación y ahora tan sólo le queda asegurar llegar a meta para salvar algún punto a su equipo.