El Sevilla dijo adiós a su visita a Inglaterra con una derrota ante el Brighton, un rival más fresco y dinámico que se encontró con su gol y aguantó la insistente búsqueda del gol por parte de los nervionenses. La falta de pegada ante las ausencias de Gameiro e Immobile ya preocupa.
El conjunto de Emery comprendió desde el inicio que la presión del rival sería su mejor recurso. La salida de balón debía pasar por los pies de Krohn-Dehli, acompañante de Krychowiak en una medular nuevamente cambiante. El danés no pudo conectar con facilidad con Juan Muñoz, el elegido para ocupar el ataque ante las ausencias de Gameiro e Immobile. Un once de más probaturas que evidenció cierta falta de ritmo. Banega apareció por primera vez y Kakuta se estrenó como titular: no es sencillo entenderse desde el primer minuto.
Enfrente, el Brighton dibujó la sencilla intención de aprovechar su mayor baza: tiene mucho más ritmo ante el inminente inicio de su liga y siempre sometió físicamente al cuadro de Unai. En el minuto 18, un penalti cometido por Carriço fue aprovechado por el ex del Almería Hemed. El técnico del Sevilla mira de reojo la cita de la Supercopa de Europa lamentando cada carencia que los suyos muestran sobre el césped. Y ante el Brighton aparecieron muchas.
Konoplyanka entró en escena tras sufrir un fuerte golpe Reyes en otra muestra de la poca fortuna del equipo en esta gira por Inglaterra. El ucraniano lo intentó por el flanco zurdo y se topó siempre con la buena disposición táctica de un Brighton más veloz.
La reanudación presentó un escenario variado. Coke volvió a estar presente en la medular y Emery improvisó en ataque sacando del campo a Juan Muñoz y dejando a Kakuta en punta. El ex del Chelsea no estuvo afortunado en sus golpeos y trató de aliarse sin éxito con Konoplyanka. Mientras, la velocidad de LuaLua amenazaba a una defensa sevillista que también rotó piezas.
Nzonzi y Denis dieron frescura en los últimos minutos, pero las ideas siguieron ausentes. Konoplyanka estuvo cerca de encontrar su primer gol y Vitolo rozó el suyo antes del cierre. No bastó con acometidas finales que supo contener al cuadro de la segunda división inglesa. Emery activa la cuenta atrás. Necesita corregir necesidades a nueve días de la cita de Tbilisi.