A los siete minutos de ingresar por primera vez en Bayern Munich, Arturo Vidal recibió una tarjeta amarilla. La amonestación no pasó desapercibida en Alemania, donde recordaron que durante su estadía en Bayer Leverkusen, el promedio de amarillas del chileno exageradamente alto. El volante no tardó en defenderse.
"Es mi forma de jugar. No creo que la gente piense que soy demasiado duro. Aquí ya me conocen. Además, quería jugar la pelota. El árbitro me dijo que había entrado muy fuerte y no lo veo de esa manera", señaló Vidal, que en sus cuatro temporadas en Leverkusen, recibió 37 amarillas.
El chileno reconoció lo complejo de debutar con solos días de entrenamiento con sus compañeros y apuntó que mejorará, no solo en lo que tiene que ver con la cancha.
"Tengo que ponerme rápidamente en forma y entrar en el ritmo del equipo. Pero mi tarea más urgente es aprender alemán, así puedo comunicarme con sis compañeros de equipo y también con los árbitros", apuntó.
Sobre su adaptación al sistema de Guardiola, Vidal apuntó que "es duro empezar tan rápido, pero tengto que ponerme en forma. En las prácticas trato de entender lo que quiere el técnico. Con los días voy a mejorar".