Cada vez que se cayó, volvió más fuerte. Y a juzgar por su mirada (firme, inquebrantable), esta vez no será la excepción. Jonathan Maicelo está listo para cobrar su revancha. Porque dejar de pelear jamás será una opción para él.
Tras cuatro años peleando ante los más bravos del mundo en EE.UU., el ‘Último Inca’ está de vuelta en el barrio que jamás dejó de extrañar. Por eso, más ‘achorado’ que nunca, el orgullo del Callao saldrá hoy a tumbarse al ‘gigante veneco’ Ángel Granados.
¿Estás listo para sacudirte de la dolorosa derrota por KO ante Ray Beltrán?
La vida está llena de batallas y no todas se ganan. Perdí, pero también logré importantes victorias ante rivales de alto nivel. Vine a Perú a demostrar que nunca hay que rendirse. Desconozco el significado de esa palabra.
¿Qué se siente haber llegado a pelear en el mítico Madison Square Garden?
Estoy contento porque me lo gané a pulso. Nadie me regaló nada. Pude pelear en la ‘meca’ del boxeo gracias a mi talento y esfuerzo.
¿Ha sido difícil este último corte de peso?
Para poder hacer una buena dieta y estar fuerte, descanso mucho y como muy saludable. Prefiero comer bien que usar el sauna. Acá la gente usa mucho el ají especial, el aceite, una gran cantidad de sal. Yo he cortado todo eso y me siento muy bien, pero con muchas ganas de comerme un arroz con pollo con papa a la huancaína.
(Fernando Sangama)
Depor
¿Primera vez que peleas con un rival tan alto (1.92 m)?
Es tremenda la diferencia de tamaño, me lleva casi 20 centímetros. Mis rivales siempre son más grandes, pero esto es el abuso. No es común que un peso ligero (61 kilos) sea tan grande.
¿Cómo contrarrestar una diferencia tan grande de estatura y alcance?
La ventaja es que en Estados Unidos hay boxeadores de todos los tamaños y colores. Hice sparring con peleadores de divisiones más grandes para adaptarme al tamaño y la fuerza.
Esta será tu revancha porque la última pelea en Perú acabó 'no contest'
Considero que el juez no estuvo bien preparado. El que se cortó fui yo, no el otro. Ese fue un resultado estúpido. En otro país hubiera perdido él, porque estaba abandonando. No era un ‘no contest’, era un nocaut técnico. No quiso pelear. El resultado no fue porque esperaba la gente, pero fue porque mi rival no quiso pelear.
Además, contarás con el aliento del pueblo peruano.
Me siento renovado por la energía de mi gente. Me alegro mucho de estar de vuelta en casa y recibir tanto cariño. Quiero regalarle un triunfo a la gente que nunca dejó de creer en mí.