Más de 800 atletas sospechosos de dopaje entre 2001 y 2012, 146 medallistas en Juegos y Mundiales en el punto de mira... Son los datos que revelaron el diario británico Sunday Times y la cadena alemana ARD tras tener acceso a archivos confidenciales de la IAAF (12.000 muestras de 5.000 atletas) que han hecho “temblar los cimientos del atletismo”. Con esas palabras definió las informaciones Craig Reddie, presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que será la encargada de liderar la investigación para intentar esclarecer el siniestro asunto que saltó a 20 días de los Mundiales de Pekín.
Las pesquisas las comandará Dick Pound, que encabezará una Comisión Independiente ya creada en diciembre de 2014 con motivo del documental de la ARD en el que varios atletas de Rusia, uno de los países más salpicados en el reportaje junto a Kenia, confesaban sus prácticas dopantes. “Consideramos que estas acusaciones son una continuación de aquellas y requieren un análisis exhaustivo y una solución rápida”, decía la AMA, que quiere “investigar la validez de las acusaciones y las prácticas corruptas”. El informe definitivo se entregaría a final de año.
El presidente del COI, Thomas Bach, apoyó la iniciativa: “Tenemos plena confianza en la AMA. Si es necesario, seguiremos su ejemplo para proteger a los atletas limpios. Si hay casos (de dopaje) relacionados con los Juegos, los castigaremos con nuestra política de tolerancia cero”. Y desde España, Gómez Bastida, director de la AEPSAD, tendió su mano: “Si la AMA considera que las agencias nacionales tenemos que colaborar en algo, estamos abiertos. La información nos causa la misma sorpresa que a todos, pero no se define claramente qué son los resultados anormales. Hay que definirlos”.
Tanta preocupación contrastaba con la reacción de Lamine Diack, presidente de la IAAF, que consideró las acusaciones “un chiste”. “Hasta el momento son sólo sospechas y especulaciones. Es posible que se dieran cuenta de que había algo anormal, pero eso no basta. Para decir que hay un caso de dopaje hacen falta diferentes controles, que se disponga de todos los datos...”, dijo Diack, que lanzó una pregunta retórica: “¿Por qué los silenciaríamos? Siempre he dicho que cuando se dude de nuestras sanciones este deporte morirá. Hay deseo de que se redistribuyan las medallas”. La IAAF corrobora la existencia de la base de datos que delatarían muestras sospechosas, pero habla de “la obligación de confidencialidad” y estudia “medidas legales”.
Y en Rusia, la Agencia Nacional Antidopaje (RUSADA) apuntó: “No hay nada que esconder. Esto incumbe al sistema mundial”. Aunque la realidad es que el reportaje apunta a que el 80% de los podios rusos serían sospechosos y 415 de sus atletas estarían en el punto de mira. Actualmente, Rusia es el país con más sancionados, 49, y el más controlado, porque en 2013 hasta 51 atletas de allí pasaron más de cuatro controles.
Kenia es otro de los lugares en el que recaen los sombras. 15 sancionados y 40 con más de cuatro test. En 2012, hasta 346 kenianos fueron controlados.
En el mundo hay 295 sancionado de los cuales cuatro son de España, que tiene el caso Marta en el TAS. Desde la Federación Española, José Luis de Carlos fue cauto con este escándalo de la IAAF: “Todavía no tenemos información sobre este tema”.