Inglaterra no ve un pichichi autóctono en la Premier desde la campaña 1999-00, cuando lo logró Kevin Philips en el Sunderland (30 goles). El país, aún bajo la depresión del desastroso papel en el Mundial de Brasil, donde cayó en la fase de grupos, cree que por fin ha encontrado a ese ansiado hombre-gol en Harry Kane. Este potente delantero de 22 años recién cumplidos (Chingford, 28-7-1993) es el nuevo abanderado del Tottenham y está llamado a ser el nueve de la selección de los Tres Leones en Rusia 2018 tras haber rechazado a Irlanda (su padre nació en suelo irish, en Galway).
La temporada pasada fue la de su inesperada explosión como delantero total. Tras un carrusel de cesiones (Leyton Orient, Milwall, Norwich y Leicester), Kane mandó al banquillo a Soldado con 31 goles en 51 partidos para los Spurs (21 de esos tantos los firmó en la Premier, siendo el segundo máximo artillero tras Agüero, que hizo 26) y Roy Hodgson lo llamó por primera vez contra Lituania el pasado 27 de marzo. Entró por Rooney y sólo necesitó un minuto y veinte segundos para hacer su primer gol como internacional...
Le llovieron los elogios y los premios. Recibió el de Mejor Futbolista Joven de la Premier 2014-15 y entró en el once ideal. Mucho tuvo que ver su doblete al Chelsea (5-3) con golazo incluido tras irse de Cesc y Óscar. También volvió a avivar el tradicional pique del norte de Londres entre los hinchas del Tottenham y del Arsenal. Fan gunner de crío, fichó por ellos con 8 años pero al año le mandaron a casa. Aún con el bajón, fue reclutado por los Spurs y Kane se lo hizo pagar al club cañonero el pasado 7 de febrero. Le endosó un decisivo doblete al Arsenal (2-1) en White Hart Lane que acabó con Charlie, el hermano del delantero, siendo manteado por la concurrencia spur de un pub donde estaba viendo el duelo al grito de “¡Es uno de los nuestros!”. Huelga decir que no tuvo que pagar ni una pinta.