La primera vez que Real Madrid y Tottenham midieron sus fuerzas fue hace 90 años. En 1925, Enrique Alcaraz, un empresario aficionado al fútbol y residente en Londres, llegó a la capital española. Se vio con Pedro Paragés, el entonces presidente madridista, y le propuso una excursión por Inglaterra, la cuna del fútbol. Así, un Madrid reforzado con jugadores de otros equipos partió de la Estación del Norte rumbo a las Islas, donde disputó tres encuentros, todos ellos derrotas. El último, ante el Tottenham en White Hart Lane, fue un 4-2.
Aquel duelo no fue uno más. Primero, con el cambio de la regla del fuera de juego ese mismo año (hasta entonces se necesitaban tres defensores entre el balón y la línea de fondo), Escobar y Quesada, los defensas blancos, experimentaron contra el Tottenham una jugada para dejar al rival en orsay. También se encapricharon del uniforme del Corinthians londinense, que vestía pantalón negro, y lo impusieron en el Madrid contra el criterio de su presidente. Los zagueros decidieron aplicar en España su nueva estrategia del fuera de juego contra el Barça en cuartos de la Copa. Fue un desastre (1-5). Tras la vuelta en Les Corts, Paragés prohibió el pantalón ‘gafe’...