El sudafricano Cameron van der Burgh batió el quinto récord del mundo en las tres jornadas que se llevan disputadas en estos Mundiales de Natación en Kazán. Como Katie Ledecky el lunes, ha sido en la jornada de la mañana, destinada a las preliminares, en la que el actual plusmarquista de los 50 braza ha rebajado su propia marca personal, que pasa de 26.67 a 26.62.
La carrera ha sido veloz desde los primeros metros. El británico Adam Peaty, quien obtuvo el oro en los 100 el lunes superando a Van der Brough, salió como un tiro y el sudafricano, picado por la derrota del día anterior, ha dado lo mejor de sí, lo que ha provocado una carrera emocionante hasta la última brazada. Finalmente, Peaty quedó por detrás pero con otra marca estratosférica, la tercera mejor de la historia (26.68). Es muy probable que en la final ambos vuelvan a superar estos registros.
El anterior registro llevaba seis años en vigor, ya que Van der Burgh lo estableció en los Mundiales de Roma, con bañador mágico. Poco a poco van cayendo los récords del poliuretano. El sudafricano también se convierte en el primer nadador que logró batir un récord en Kazán, ya que las anteriores cuatro plusmarcas las obtuvieron mujeres (Katie Ledecky en el 1.500 libre, Sarah Sjöstrom por dos veces en los 100 mariposa y Katinka Hosszu en los 200 estilos).