River Plate sueña despierto. De la mano de su entrenador, Marcelo Gallardo, quien levantó la Copa Libertadores como jugador en 1996, los millonarios están a las puertas de conseguir su tercera coronación en el torneo de clubes más importante del continente. Como antecedente a su favor, las dos Copas Libertadores que exhibe en sus vitrinas las ganó definiendo la final como local, en las dos oportunidades contra el mismo rival, el América de Cali en 1986 (1-0) y en 1996 (2-0).
El equipo Millonario, ya clasificado para disputar el Mundial de Clubes en diciembre, sueña con ganar la Copa Libertadores, aunque enfrente tendrá al mejor equipo del certamen: Tigres de Monterrey. En la ida, en México, no supo aprovechar la condición de local para superar a su rival y el partido acabó 0-0.
Para el partido de hoy, Gallardo se decantó por incluir en el once inicial al ídolo del club, Fernando Cavenaghi, en reemplazo del Mora, lesionado. El Torito, quien apenas jugó 60 minutos en toda la Libertadores, fue confirmado por el técnico. ¨Fernando estaba esperando un partido importante y se le presenta la oportunidad en el más importante¨, explicó el entrenador.
La história del delantero de River es de película. Nacido en General O’Brien, un pueblo de 2.000 habitantes de la Provincia de Buenos Aires, triunfó en el equipo millonario antes de marcharse a Europa con 20 años. Y regresó siete años después, para ayudar al club de sus amores, cuando descendió de categoría. Así fue. También tuvo protagonismo en los dos últimos campeonatos de River. La Libertadores le espera.